
El anhelo de caminar frente al altar, vestida de blanco y recibir la bendición de Dios y de la Virgen de Chiquinquirá a su familia se le hizo realidad este viernes a Pilín Rangel, de 32 años.
Con su atuendo de novia acampanado, Pilín abrazó a su esposo Alfredo Castillo, de 39 años; sujetó su ramo de flores y recibió emocionada el sacramento del matrimonio en la Basílica. Ellos formaron parte del grupo de 22 parejas que santificaron su hogar.
“Estamos felices por este momento, llevamos 14 años casados por el civil y no pudimos casarnos por la Iglesia porque se nos murió un familiar”, expresó Castillo, quien se siente orgulloso de ser devoto chiquinquireño y de ser aspirante a Servidor de María, junto con sus dos hijos de 5 y 10 años.
“Es mi boda soñada, estoy feliz de recibir la bendición de mi hogar frente a la Chinita”, completó Rangel caminando hacia el acto.
El ceremonia fue presidida por el párroco Eleuterio Cueva, quien bendijo a estas familias zulianas que se incorporaron a la vida parroquial. “Muchas de estas parejas no habían podido casarse por diversas dificultades, entre ellas, obtener su fe de bautismo, pero gracias a la organización de estos matrimonios colectivos podrán recibir a plenitud los sacramentos de la comunión y la confesión”, explicó el sacerdote Cueva.
La solemnidad del momento iluminó la mirada de Elaine de Noguera y de su esposo Ángel Noguera, ambos de 59 años. “Le pedimos a Dios y a la Virgen mucha salud y felicidad para nuestras familias”.
La pareja con más tiempo de casados fue Nelly Ferrer de Romero y José Francisco Romero. Han compartido juntos 55 años. Sonrientes y tomados de la mano reafirmaron el amor que los une con la imagen de la Virgen de Chiquinquirá como testigo.
Vía Panorama
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