
La capital zuliana se viste de gala para celebrar un siglo de profunda huella marista en Venezuela. Este domingo 5 de octubre, la ciudad del sol amada conmemorará los 100 años de la llegada de los Hermanos Maristas al país y la fundación de su primera gran obra: el Colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá, un emblema de fe, formación y servicio en Maracaibo.
Desde 1925, la congregación, inspirada en el carisma de San Marcelino Champagnat y la guía de la Virgen María, ha sembrado una semilla de esperanza en la educación venezolana. Miles de jóvenes han sido formados en este recinto con valores de fraternidad, compromiso social y fe inquebrantable.
Más que un Colegio, un Hogar Centenario
Para generaciones de marabinos, el Colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá es considerado un segundo hogar, un crisol donde se han forjado profesionales y ciudadanos íntegros comprometidos con el futuro del país.
El lema escogido para este aniversario, “Amanecer con esperanza”, encapsula la misión que ha guiado a la institución durante sus 100 años de historia, mirando siempre hacia adelante y reafirmando su compromiso con la juventud.
El hermano Dorindo Burgos, director del colegio, destacó el valor de esta celebración:
“Celebrar estos 100 años es reconocer el compromiso de una familia extendida que abarca a Hermanos, docentes, personal, padres y, especialmente, a nuestros alumnos y exalumnos. Cada logro, cada sonrisa, cada huella de servicio que dejan nuestros egresados es la prueba de que el sueño de Champagnat sigue más vivo y relevante que nunca.”
La celebración central del centenario tendrá lugar este domingo 5 de octubre con una eucaristía solemne y diversas actividades especiales, que comenzarán a partir de las 11:00 de la mañana en las instalaciones del colegio.
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