
A pesar de la crisis económica que atraviesa Venezuela, los marabinos no descuidan su vida sexual. Los locales siguen ‘calentando la cama’ con la compra de juguetes sexuales para mantener la llama de la pasión, lo que ha significado un incremento en las ventas de este rubro en la capital zuliana.
De todos los colores, tamaños y sabores, se evidenciaron los consoladores o vibradores en una sex shop de la ciudad. Yoselín Durán, con cuatro años trabajando en el sitio, aseguró que en el mes pasado los ingresos del establecimiento fueron superados.
“No hay un día en que no se venda. La gente viene ya con la mente abierta. Los matrimonios, por ejemplo, vienen para salir de la rutina, porque ahora las mujeres están todo el día ‘bachaqueando’ y el esposo trabajando doble. Con eso se ha perdido el apetito sexual y saben que hay que invertir para recuperarlo”, manifestó Durán.
Del mismo modo, explicó que también han activado “combitos económicos”, para quienes no puedan pagar mucho dinero, pero pretendan darle un giro a su vida sexual en pareja. Estos paquetes contienen lubricantes comestibles, cremas para masajes, excitantes y gotas multiorgásmicas, preservativos, vibrador y hasta caramelos explosivos. Su precio oscila entre Bs. 10.000 y Bs. 25.000.
Reveló que las clientas másasiduas son las mujeres solas o con amigas, seguidas de las parejas y por último los hombres; estos últimos, según Durán, “buscan cosas puntuales, como potenciadores y vigorizantes sexuales”.
Por otra parte, comentó que las mujeres “principiantes” se llevan consoladores con la forma y color natural del pene; mientras que las más atrevidas, saltan a los de siente velocidades, con doble función, diferentes texturas y tamaños de más de 20 centímetros.
En estos sitios no se regatea. Es bien sabido que reanimar la cama es una especie de inversión; sin embargo, la joven reveló que no ha faltado quien pregunte si aceptan la tarjeta del cestaticket para poder llevarse uno que otro estimulante del amor.
Los holgados económicamente y osados, bien pudieran cambiar un anillo de compromiso por un vibrador de alto calibre. Su valor alcanza los Bs. 116.000 y también viene en cajita. Estimuladores a control remoto, juegos eróticos preservativos y hasta columpios sadomasoquistas, también se ofertan en el establecimiento.
La encargada del lugar contó que la edad tampoco es impedimento. Uno de los clientes fieles es un abuelo de 90 año que, hasta el mes pasado, iba por sus pastillitas para perdurar en el acto sexual.
Las ventas de los arnés solos o con vibradores incorporados es uno de los productos más vendidos. Las lesbianas y hombres con pene minúsculos son los clientes potenciales, que no reparan en hacer uso de esto para satisfacer a sus parejas. “De 10 a 15 arnés se venden mensalmente”, señaló la trabajadora.
En cada espacio del pequeño local se visualiza un producto diferente, desde lencería hasta velas y cotillones eróticos. En el pasado parecen haber quedado los prejuicios por pisar una sex shop. Las personas guardan sus ‘churupos’ para sorprender al ser amado; no obstante, se cuidan de no quedar en evidencia como seguidor en las redes sociales, apelando a los comentarios y preguntas por mensaje privado en Facebook e Instagram.
En esta villa de los juguetes sexuales hay para todos los gustos. Quienes quieran calentar o recalentar la cama, Durán expresó que han mantenido los precios. Pueden comenzar por “los combitos” o “pasar un tarjetazo”.

Este consolador de siete velocidades se ubica sobre los Bs. 70.000

Estimulante vaginal, anal y de senos con control remoto

Esta “bombita” es para quienes sufran de disfunción eréctil
Vía NAD / www.diariorepublica.com