
Las Águilas del Zulia desplegaron su poder en el Estadio José Pérez Colmenares de Maracay para vencer a los Tigres de Aragua con un marcador final de 5 carreras por 2. Este triunfo no solo asegura la serie particular ante los felinos (4-2), sino que también fue testigo de hitos históricos protagonizados por el cerrador estelar Silvino Bracho y el talento emergente de la ofensiva rapaz.
Bracho, el rey del cierre, hace historia
El momento cumbre de la noche llegó en el noveno inning cuando el «Indio de El Moján», Silvino Bracho, saltó al montículo. Tras asegurar el último out del encuentro, Bracho se adjudicó su noveno salvamento de la temporada, una hazaña que lo catapulta a lo más alto en la historia de la franquicia zuliana.
Con este salvamento, Silvino Bracho no solo reafirma su dominio como uno de los mejores cerradores de la liga, sino que también establece un nuevo récord de salvados de por vida para un lanzador del equipo Águilas del Zulia jugando en la ciudad de Maracay. La hazaña lo consolida aún más como una leyenda activa de la organización.
Este hito vino acompañado de otra marca significativa para el pitcheo aguilucho: Bracho se convirtió en el décimo lanzador en la historia del equipo con 200 o más ponches propinados vistiendo el uniforme naranja y negro. Una doble celebración para un brazo que ha sido sinónimo de consistencia y poder durante años.
La ofensiva rapaz en pleno rendimiento
El ataque de Águilas fue implacable, conectando 10 imparables ante el pitcheo bengalí. La figura más destacada con el madero fue el joven Eduardo Torrealba, quien tuvo una noche perfecta de 4-3, impulsando una carrera y anotando otra, demostrando su valía en la parte baja del lineup.
Otro que brilló fue el veterano José Pirela, cuya experiencia fue fundamental. Pirela se fue de 4-1, pero su imparable fue un oportuno doblete. Además, negoció un boleto, anotó una carrera y remolcó otra, siendo clave para abrir el marcador.
El outfielder Alí Castillo mantuvo su buen momento ofensivo al conectar dos hits en cuatro turnos, mientras que Simón Muzziotti también contribuyó de manera efectiva al irse de 2-1, anotando y empujando una carrera.
Un punto a destacar fue la racha de Jaison Chourio, una de las promesas del equipo, quien extendió a 18 su racha de juegos embasándose, mostrando disciplina y constancia en el plato.
Pitcheo sólido aseguró la victoria
El abridor de Águilas, si bien no estuvo en la decisión, mantuvo a raya a la ofensiva de Tigres. La victoria se la llevó el relevista Henry Gómez (2-0), quien ingresó en un momento crucial y logró controlar a los bates rivales. La derrota recayó en el abridor de Aragua, Solomon Bates (0-1).
El pitcheo rapaz, que permitió solo 7 hits y una pifia defensiva, realizó un trabajo cohesionado para asegurar que la ventaja construida por la ofensiva se mantuviera hasta la celebración del récord de Bracho.
El encuentro tuvo una duración de 3 horas y 26 minutos, un tiempo bien invertido para los aficionados zulianos que vieron a su equipo asegurar otra victoria y presenciar un momento que quedará grabado en la historia del equipo.
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