
La concentración de la selección francesa se ha visto ensombrecida por una creciente preocupación: el estado físico de Eduardo Camavinga. El joven mediocampista del Real Madrid y pieza fundamental de «Les Bleus» ha encendido todas las alarmas tras sufrir molestias en el isquiotibial durante el último entrenamiento, a pocos días de un vital encuentro clasificatorio para la Copa del Mundo contra Ucrania.
El incidente ocurrió durante la sesión de entrenamiento del Real Madrid, donde Camavinga no pudo finalizar la práctica junto a sus compañeros. Esta situación obligó al cuerpo técnico a tomar precauciones inmediatas, generando incertidumbre sobre su disponibilidad. Según informaciones difundidas por el periodista Fabrice Hawkins y el medio especializado Madrid Zone, el jugador ha estado realizando trabajo diferenciado, un claro indicio de que su participación en el próximo compromiso está seriamente en duda.
El seleccionador Didier Deschamps y su equipo médico se encuentran en una carrera contrarreloj, analizando la evolución del jugador en las próximas horas antes de emitir un diagnóstico definitivo. La expectación es máxima, no solo por la importancia de Camavinga en el esquema de juego, sino por el contexto en el que se produce esta posible baja.
Un partido crucial para el sueño mundialista
El duelo contra Ucrania trasciende un simple partido. Francia se juega su clasificación directa a la próxima Copa del Mundo. Una victoria en este encuentro aseguraría el billete mundialista sin necesidad de pasar por la siempre tensa repesca. Esta meta convierte cada baja, especialmente de un jugador de la talla de Camavinga, en un factor de enorme peso en la planificación estratégica de Deschamps. La ausencia de un jugador con su dinamismo, capacidad de recuperación y visión de juego podría desequilibrar el mediocampo francés en un momento crítico.
La situación se agrava aún más al considerar el panorama actual de lesiones en la plantilla francesa. Eduardo Camavinga podría unirse a una ya preocupante lista de bajas en la medular. Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot ya han sido descartados por problemas físicos, dejando al técnico sin dos de sus titulares habituales y más experimentados en el centro del campo.
Si Camavinga no logra recuperarse a tiempo, el combinado francés se enfrentaría al desafío de reemplazar a tres de sus centrocampistas más talentosos y jóvenes justo antes de un encuentro crucial para su futuro mundialista. Esta triple baja obligaría a Deschamps a reestructurar completamente su mediocampo, confiando en jugadores con menos rodaje o en esquemas tácticos adaptados a las circunstancias. La profundidad de banquillo y la capacidad de adaptación serán puestas a prueba como nunca antes.
La afición francesa, acostumbrada a ver a su equipo en lo más alto, contiene el aliento. La figura de Camavinga, con su energía y madurez a pesar de su juventud, se ha convertido en un pilar fundamental tanto en el Real Madrid como en la selección. Su potencial ausencia no solo representa una pérdida futbolística, sino también anímica para el equipo.
En las próximas horas, los ojos del fútbol francés estarán puestos en el parte médico de Camavinga. La esperanza es que la lesión no sea grave y que el joven talento pueda estar disponible para defender los colores de su país en este trascendental partido. La clasificación para el Mundial pende de un hilo, y la salud de sus estrellas es ahora más vital que nunca.
www.diariorepublica.com



