
El fervor del béisbol venezolano se entrelazó con una emotiva declaración de amor que desató una fiesta inesperada en las gradas. El pasado miércoles 12 de noviembre, la noche en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo se transformó en el escenario de una «doble victoria» para un aficionado de las Águilas del Zulia.
En un gesto que rápidamente se hizo viral en las redes sociales, un zuliano identificado como Freddy sorprendió a su pareja pidiéndole matrimonio en medio del electrizante encuentro entre las Águilas y los Tigres de Aragua. El romántico episodio, digno de una película, ocurrió ante la mirada y el entusiasta apoyo de los más de 1.900 asistentes al recinto deportivo.
Agui, el cómplice «cupido»
El momento fue meticulosamente planeado, contando con un cómplice de lujo: «Agui», la emblemática mascota del equipo rapaz. Mientras el juego hacía una pausa, Agui se acercó a la pareja en una distracción amistosa, permitiendo que Freddy se arrodillara discretamente y sacara el anillo de compromiso. La sorpresa en el rostro de su novia fue mayúscula, seguida de una emoción incontenible que se contagió a todo el estadio.
El periodista Ángel Valencia, quien difundió el audiovisual al Diario La Verdad, calificó el suceso como «único» y una «cobertura completa» que trascendía lo deportivo.
La respuesta afirmativa de la afortunada mujer provocó una auténtica algarabía. Los aficionados, que horas antes estaban concentrados únicamente en las jugadas, estallaron en gritos de júbilo, aplausos atronadores y vítores de entusiasmo para la pareja recién comprometida. Incluso el «cupido» emplumado, Agui, siguió el performance con un toque de humor, sacando un pequeño pañuelo para simular que se secaba las lágrimas de felicidad.
El regalo de la noche: Liderato a la vista
La felicidad de Freddy no se detuvo en el compromiso. La noche le tenía reservado un segundo triunfo que selló la jornada como inolvidable. El equipo de sus amores, las Águilas del Zulia, se impuso con autoridad a los Tigres de Aragua con una pizarra final de 10 carreras por 7.
Esta victoria no solo afianzó el buen momento del equipo, sino que catapultó a las Águilas a una posición privilegiada, dejándolas a menos de medio juego del codiciado liderato de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
El gesto romántico, envuelto en la euforia deportiva y el sabor de la victoria, convirtió al Luis Aparicio “El Grande” en un templo de pasión dual: béisbol y amor zuliano. Freddy se fue del estadio no solo con su prometida, sino con un recuerdo grabado en la memoria colectiva de los fanáticos que presenciaron una noche doblemente histórica.
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