
Los Angeles Lakers (18-7) se aferran a la victoria (116-114) contra Phoenix Suns (14-12) en un duelo emocionante que se decidió en los últimos segundos, manteniendo su sólido récord a pesar de un susto mayúsculo.
Los aficionados presenciaron una auténtica batalla de postemporada que bien podría haber sido un preludio de las semifinales de la NBA Cup. De hecho, ambos equipos se quedaron a las puertas de competir en Las Vegas, al caer en sus respectivos encuentros de cuartos de final de la Copa NBA ante Spurs y Thunder. La intensidad de ese deseo frustrado se trasladó a la cancha en un enfrentamiento cargado de drama y giros inesperados.
El partido se desarrolló con dominio inicial por parte de los de Púrpura y Oro. Los Lakers parecían tener el encuentro bajo control, extendiendo su ventaja hasta un cómodo colchón de 20 puntos en el último cuarto. La sensación en el Crypto.com Arena era de triunfo asegurado, con el equipo local gestionando la posesión ante unos Suns que lucían desorientados.
Sin embargo, en el baloncesto, las ventajas nunca son definitivas. Phoenix protagonizó una remontada monumental con un parcial electrizante de 35-14, inyectando tensión y adrenalina al encuentro. La ofensiva de los Suns se encendió, neutralizando la distancia punto por punto. La cúspide de su épica reacción llegó a solo 12 segundos del final, cuando el alero Dillon Brooks conectó un triple crucial que puso a Phoenix por delante en el marcador, 114-113. La frustración de la afición local era palpable.
Pero el ímpetu de la remontada se topó con la experiencia y la calma de los Lakers en la línea de castigo. En un desenlace que castigó la heroicidad de Phoenix, Los Angeles sellaron la victoria (116-114) desde la línea de tiros libres, asegurando una victoria vital que, aunque sufrida, suma a su buen inicio de temporada.
En el aspecto individual, el partido tuvo claroscuros. Luka Doncic fue el máximo anotador de los Lakers con 29 puntos, pero su rendimiento fue inusualmente ineficaz, mostrando problemas de efectividad al encestar solo 7 de 25 tiros de campo (28%), incluyendo un desafortunado 2 de 14 en triples (14,3%). A pesar de la lucha con su puntería, Doncic logró sumar puntos decisivos. A su lado, LeBron James demostró su jerarquía, contribuyendo con 26 puntos para mantener a flote al equipo.
Por el lado de los Suns, Devin Booker marcó su regreso tras una lesión con una actuación estelar de 27 puntos, mostrando que está listo para liderar la ofensiva de Phoenix. En la pintura, Deandre Ayton destacó con un imponente doble-doble de 20 puntos y 13 rebotes.
Este dramático triunfo subraya la naturaleza impredecible de la Conferencia Oeste y sirve como una dura lección para los Lakers sobre la importancia de la concentración en los 48 minutos. La victoria, aunque agónica, fortalece la moral del equipo de cara a la apretada agenda de la liga.
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