El talentoso infielder novato adelanta su partida de la LVBP para priorizar el nacimiento de su segundo hijo, cerrando un brillante pero breve ciclo con Tiburones de La Guaira.
Máximo Acosta, una de las figuras más reveladoras en el inicio de la temporada 2025-2026 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), vive sus últimos compases con los Tiburones de La Guaira. El joven infielder novato, cuya llegada revolucionó el esquema del mánager Gregorio Petit, confirmó que esta será su última semana en el circuito criollo, adelantando el plazo inicial de 30 juegos acordado con su organización de Major League Baseball (MLB), los Marlins de Miami.
La razón de su anticipada despedida es tan personal como imperiosa: el nacimiento de su segundo hijo en Estados Unidos.
Un padre antes que un pelotero
«No es una decisión fácil, pero mi esposa (Yibely) está embarazada y mi familia está por delante, mi rol de padre está por encima de mi carrera», explicó Acosta en una entrevista para Canal I, justo antes del encuentro del martes en Valencia.
El jugador, que ya tiene un hijo, Máximo Jr., detalló que la situación de su visa de trabajo estadounidense se complicó. «Iba a hacer los 30 juegos e incluso unos más, pero se complicó por mi visa. Está por vencerse y si me quedo los 30 juegos corro el riesgo de perderme el nacimiento de mi hijo. No quiero que eso pase», agregó, con visible emoción.
Fuentes periodísticas, como Mariana Moreno de LVBP.com, indican que el prometedor grandeliga podría tener su último compromiso con el uniforme escualo este mismo miércoles, en el Estadio Universitario, cuando Tiburones reciba a Navegantes del Magallanes. De confirmarse, sería el juego número 23 de Acosta en esta zafra.
Una promesa de regreso y profunda gratitud
A pesar de la pena de dejar al equipo en un momento crucial de la temporada, Máximo Acosta no cierra la puerta a un eventual retorno. «Mi corazón está aquí con el equipo de Tiburones, y si hay una posibilidad de volver voy a hacerlo», aseguró.
En un gesto de humildad y profunda fe, el criollo también dedicó un momento para agradecer por la oportunidad de jugar en la LVBP, un sueño que ha vivido intensamente tras un año difícil a nivel personal. «Le agradezco a Dios la oportunidad de jugar para los Tiburones. Significa mucho estar aquí. Mi papá falleció y ha sido un año duro; pero he visto cómo el Señor me ha dado tantas bendiciones, como estar aquí hoy en día”, expresó.
Impacto inmediato en el campo
Máximo Acosta se va dejando números impresionantes que lo colocaron rápidamente como un fijo en la alineación titular. Su bateo constante lo ubica entre los líderes ofensivos de la liga, manteniendo un sólido promedio de .330 (29 hits en 88 turnos), con cuatro dobles, cinco jonrones, 15 carreras impulsadas y 17 anotadas.
Su disciplina en el plato se refleja en un OBP de .400, complementado por un poderoso slugging de .545, lo que se traduce en un OPS de .945. Con tan solo 22 encuentros, Acosta se ha ganado la titularidad y el cariño de la fanaticada guairista, que desde ya espera ansiosa su posible regreso.
La partida de Acosta es, sin duda, una baja sensible para Tiburones, pero la organización y los aficionados comprenden la prioridad de su rol familiar. El equipo deberá ahora reajustar su infield para afrontar lo que resta del calendario y luchar por un puesto en el Round Robin.
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