
El Juego de Estrellas de la MLB tuvo un final histórico, con triunfo para la Liga Nacional en el Truist Park, hogar de los Bravos de Atlanta.
Después de 9 entradas, los mejores jugadores de la Nacional y Americana dejaron el tablero empatado con seis carreras por equipo, lo que forzó la definición al estilo Home Run Derby, con la presencia de dos peloteros como Randy Arozarena y Jonathan Aranda.
En una jornada histórica, fue Kyle Schwarber, de los Phillies de Filadelfia quien se llevó los reflectores con tres jonrones al final.
En la sexta entrada del partido, bateó Kirk y conectó, Aranda fue otorgado base por bola y ambos anotaron gracias al posterior jonrón.
Arozarena bateó dos veces pero sin efecto, y en la octava entró Muñoz dejando dos outs a su nombre con dos jugadores en base. A la Nacional, que supo tener ventaja de seis carreras en el partido, casi se le escapa el triunfo. Finalmente, en la ronda de jonrones, Randy Arozarena voló la barda en su segundo swing, solo para ser opacado por los tres impactos de Schwarber.
Finalmente, Aranda no pudo conectar ningún home run y el partido se lo llevó la Nacional.
El Derby decisivo fue implementado como parte del actual convenio colectivo, pero nunca había sido necesario hasta que la Liga Americana remontó una desventaja de 6-0 para empatar el duelo en la parte alta del noveno inning.
El mánager de la Americana, Aaron Boone, y el de la Nacional, Dave Roberts, eligieron a tres jugadores cada uno para recibir tres swings, con la mayor cantidad total de jonrones determinando al ganador.
Diariorepublica.com/versión final