El mal de altura le pegó a algunos jugadores argentinos. Los 3.650 metros de La Paz pasaron factura, entre otros, a Leo Messi, que vomitó en el descanso del Bolivia-Argentina (1-1), y a Di María, que necesitó oxígeno.
Algunos de los hombres de Alejandro Sabella fueron yendo a la banda durante el partido para ir tomando recibiendo ‘tragos’ de oxígeno.
Ya en la segunda parte, Di María cayó en una jugada ante un rival y fue retirado en camilla. En la banda se le pudo ver con una máscara de oxígeno, aunque el centrocampista del Real Madrid pudo continuar.
A Messi se le vio mucho más fatigado de lo habitual y tratando en todo momento de recuperar fuerzas. La segunda mitad empezó con unos minutos de retraso y al final del partido se supo que fue porque Messi estuvo vomitando en el vestuario.
«Sufrimos mucho en lo físico», dijo Messi. «La estrategia era aguantar y lo hicimos a duras penas. Sabíamos que Bolivia iba a venir con todo», comentó al final.
Vìa Marca.com