Rafa Nadal se guarda lo mejor para las grandes ocasiones, como ha demostrado una vez más para alcanzar su octava final de Roland Garros, decimoséptima del Grand Slam. El histórico heptacampeón de París ha ganado un partido colososal, heroico, una de las mejores semifinales que se pueda ver en un Grand Slam. Ha superado al nº 1 mundial, el serbio Novak Djokovic, por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3) y 9-7 en 4h.37′.
Nadal ha tenido el partido en sus manos con 6-5 y saque en el cuarto set, pero ha sufrido la remontada de Djokovic, que se ha puesto 2-0 arriba en el quinto parcial, momento en que ha aparecido el Rafa de las gestas.
Nadal suma su victoria 58 (por una sola derrota) en su global en el torneo, igualando el récord de Guillermo Vilas y Roger Federer. Una anécdota para alguien que aspira a lo máximo, a un octavo título, algo que nadie ha conseguido en un mismo torneo ‘grande’ (sí disputar ocho finales). El domingo, frente al vencedor del duelo David Ferrer-Jo Tsonga, peleará por ser más rey de la tierra batida y una duodécima corona de Grand Slam. En sus vitrinas descansan dos Wimbledon, un Open de Australia y un Open USA.
La reedición de la final del año pasado, avanzada una ronda en esta ocasión, ha elevado el nivel de tenis del torneo a su cima. Nadal ha entrado en el Estadio Philippe Chatrier con todo su variado y potente arsenal en su sitio. Juego largo y agresivo, pegando fuerte y con acierto de derecha y revés y aplicándose con el saque, con el que sólo cedió tres puntos en los últimos cuatro servicios de una primera manga suya, 6-4 en 51′.
Nadal había conseguido lo buscado, tomar las riendas del choque, metiendo presión a Djokovic en cada punto. Nada de especular, mejor un error propio que ser víctima de un misil del contrario. Con un ‘break’, el del 4-3, parcial al saco. Y la iniciativa tomada, que no ha soltado hasta que mandaba 3-2 y saque. ‘Nole’ ya había lanzado gritos de queja al aire y hacia su palco.
Pero a Rafa le cuesta certificar las ventajas cuando va arriba, y no resultó un hecho excepcional que sufriera su primer ‘break’ (3-3) cuando había tomado la directa. Ese juego despertó al hasta entonces agobiado ‘Nole’. Tomó fuerzas y encadenó cuatro juegos seguidos para darle la vuelta a la manga y hacerla suya por 6-3. Eso lo tiene Djokovic, cuando entra en racha captura juegos a velocidad de vértigo.
Tercera manga. El dominio de Nadal se había esfumado en el tanteador. Rafa ha seguido igual, jugando cada punto, no así Djokovic, más de sensaciones puntuales. La constancia del manacorí ha constrastado con el inexplicable bajón de su rival, que ha entregado el parcial 6-1.
Un punto de penalización a Nadal con pelota de set
Nadal ha cerrado la manga sin problemas pese a que ha sido castigado con un punto de penalización del juez de sila, el francés Pascal Maria, por violación de la norma del tiempo entre puntos. Ya había avisado al español en el cuarto juego del segundo set. No ha supuesto un problema porque Rafa tenía 40-0, y le quedaron dos puntos, rematando enseguida.
Camino libre para Nadal, siempre con una marcha más que Djokovic. De nuevo ventaja para el balear, 4-3 y saque, pero otra vez pierde el ‘break’ enseguida (4-4). No es fácil dispararse frente a un enemigo de altura. Rafa, positivo, consciente de que habría dificultades por el camino, manteniendo su vocación de ataque, de acorralar a Djokovic. Nueva rotura, 6-5, que tampoco concreta, no cierra la eliminatoria con su saque.
A sufrir en el ‘tiebreak’, con Djokovic más peligroso cuando se veía con la soga al cuello y arriesgaba al límite. Confirmado, instante de máxima inspiración del balcánico, que se adelanta 1-4. Ánimos de Rafa Maymo, fisioterapeuta del manacorí muy activo en los apoyos durante el encuentro. 2-4, «¡Vamos Rafael!» interviene Toni Nadal. 3-4. Pero ‘Nole’ exhibe saque, 3-5 y 3-6. Y 3-7, la volea del balear se queda en la red.
Nadal ha tenido el partido en sus manos varias veces. Ya se le había escapado el segundo, ahora también el cuarto, pese a tener ventaja de ‘break’ por dos veces y servir para final con 6-5. Un revés difícil de asimilar mentalmente. Tres horas y 18 minutos después, todo a una carta en un set.
Una situación más fácil de manejar para quien viene desde atrás, que se ha visto contra las cuerdas y ha renacido. Aprovechando el empujón psicológico, Djokovic rompe de entrada y se avanza 2-0. Mucho lastre para Nadal, que persevera. Con 4-3 y saque del rival Rafa fabrica una pelota de ‘break’. Tira una derecha fuera, que una hora antes metía seguro. Aviso a Djokovic por violar el tiempo en el saque. Error infantil de ‘Nole’ que toca la red haciendo un fácil remate. Pierde el punto, otra bola de rotura, que levanta ‘Nole’ con agresividad. Máxima tensión. Tercera opción de ‘break’ y equilibrar el último set. Lo consigue Nadal (4-4).
Dos titanes, Nadal 5-4. 5-5. 4h.16′ y ambos siguen buscando líneas en una semifinal de leyenda. Un espectáculo. 6-5, 6-6. En el quinto no hay ‘tiebreak’, más heroica. 7-6, 7-7. 4h.30′. 8-7. Rafa sigue fuerte, y Djokovic no puede más, 0-40 y tres puntos de partido. Error de ‘Nole’. Rafa vuelve a superarse a sí mismo.
Vigésima victoria de Nadal sobre Djokovic en 35 duelos. Y, lo que es más relevante, Rafa domina 5-0 a Novak en Roland Garros. El rey en París es el manacorí, ‘Nole’ sigue teniendo un vacío en su laureado palmarés. Aunque ambos hubieran merecido un monumento por su excepcional semifinal.
Vía Mundo Deportivo