
El sueño de miles de aficionados y, potencialmente, de algunos futbolistas iraníes de asistir a la Copa Mundial de la FIFA 2026 en Norteamérica se ha visto truncado antes de que el balón ruede. La Federación Iraní de Fútbol (FFIRI) ha confirmado la amarga noticia: Estados Unidos probablemente no otorgará visados a los residentes en Irán, una situación que pone en jaque la presencia masiva de la ‘Melli’ en la cita global.
Desde que Irán conoció la semana pasada a sus oponentes en el sorteo —Bélgica, Egipto y Nueva Zelanda—, la euforia se disparó. Los aficionados comenzaron a trazar planes para viajar a la primera Copa del Mundo que se celebrará en tres países: Estados Unidos, Canadá y México. Sin embargo, la alegría duró poco. Al confirmarse que los tres partidos de la fase de grupos de Irán se disputarán en las ciudades estadounidenses de Los Ángeles y Seattle, la esperanza se disolvió.
La causa principal es de naturaleza geopolítica y consular. Irán figura entre las naciones sujetas a las estrictas restricciones de viaje y el veto migratorio implementado por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, lo que complica enormemente la obtención de visados.
La confirmación oficial
Mahdi Taj, presidente de la Federación Iraní de Fútbol, quien curiosamente ya había experimentado la negativa de visa para asistir al sorteo del Mundial, confirmó públicamente la preocupante situación. En declaraciones a la televisión estatal el martes, Taj sentenció: «Los iraníes residentes en el país probablemente no recibirán visados para asistir a los partidos que la selección dispute en Estados Unidos».
Este anuncio ha caído como un «jarro de agua fría» sobre la fervorosa base de seguidores del fútbol en Irán. La magnitud del evento, un Mundial, hacía que muchos creyeran que se harían excepciones diplomáticas.
Amir Hosein, un aficionado de 38 años, expresó su profunda decepción a la agencia EFE: “Estoy decepcionado. Llevo meses calculando los gastos del viaje y pensaba que, por tratarse del Mundial, sería más fácil conseguir el visado de Estados Unidos. Había quedado con varios amigos iraníes residentes en Los Ángeles”. Su testimonio es un eco del sentimiento de frustración que recorre el país.
¿Riesgo para los Jugadores?
La preocupación no se limita únicamente a los aficionados. La FFIRI también ha señalado que la política de visados podría incluso afectar a la delegación oficial. Aunque la FIFA y los organismos internacionales suelen interceder para garantizar la participación de los atletas en eventos de esta magnitud, la situación podría dejar fuera a jugadores que estén basados en Irán y no posean doble nacionalidad o visados europeos.
La Selección de Irán, encuadrada en el Grupo G, tiene grandes aspiraciones. Sus aficionados creen firmemente que el equipo tiene la capacidad de hacer historia y clasificar por primera vez a la fase eliminatoria de la Copa del Mundo, un logro que esperaban celebrar en el terreno, en las gradas estadounidenses.
Ante este panorama, la Federación iraní se enfrenta ahora a una carrera contrarreloj para negociar con la FIFA y la Federación Estadounidense de Fútbol, buscando una solución que permita a la ‘Melli’ ser respaldada por una audiencia significativa, no solo por la diáspora iraní, sino también por sus compatriotas que sueñan con ver a su selección competir en el mayor escenario deportivo del mundo.
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