
El intercambio comercial formal entre Venezuela y Colombia continúa mostrando señales de recuperación, aunque a un ritmo más moderado de lo previsto. Según el último reporte de la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiana (Cavecol), las transacciones entre ambas naciones alcanzaron los $863 millones entre enero y septiembre de 2025, superando los $797 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.
A pesar de este incremento, el gremio advirtió sobre un marcado desbalance: mientras Colombia consolida su presencia en el mercado venezolano, la industria nacional enfrenta barreras que frenan su salida hacia el vecino país.
La brecha de la balanza comercial
El análisis de Cavecol revela un escenario de contrastes que preocupa a los exportadores locales:
Impulso colombiano: Las ventas de Colombia hacia Venezuela experimentaron un sólido crecimiento del 12%, escalando de $693 millones a $779 millones.
Retroceso venezolano: Por segundo año consecutivo, las exportaciones de Venezuela a Colombia muestran una tendencia a la baja, con una caída proyectada de $103 millones a $83 millones.
Obstáculos burocráticos y sanitarios
Luis Alberto Russian, presidente de Cavecol, atribuyó esta disminución de la oferta venezolana a nudos críticos en la administración del comercio exterior. Según el directivo, la falta de agilidad en los procesos de certificación sanitaria para alimentos, bebidas y fármacos impide que los productos locales crucen la frontera de forma competitiva.
«Es fundamental que las autoridades colombianas certifiquen las plantas productoras en Venezuela, un paso clave que aún no se ha concretado y que facilitaría el acceso formal a sus mercados», explicó Russian.
Expectativas ajustadas para el cierre de año
Aunque las proyecciones iniciales del gremio eran optimistas —estimando un cierre de año entre los $1.300 y $1.500 millones—, Cavecol reconoció que alcanzar esa meta será difícil. Los retrasos en la actualización de las estadísticas oficiales y los cuellos de botella logísticos han moderado las previsiones para el último trimestre.
Para el cierre de 2025 y el inicio de 2026, el enfoque de la cámara se centrará en promover la optimización regulatoria. El objetivo es que la reactivación comercial no se limite solo a la importación, sino que se convierta en una vía bidireccional que permita a los productores venezolanos competir eficientemente en el mercado colombiano.
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