El último pago de deuda de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) le pasó factura a las reservas internacionales del país. Su nivel actual —un poco por encima de los $ 11.000 millones— se ubica en el más “crítico” en los últimos 20 años, los economistas advierten que al Ejecutivo se les agotan las opciones para llevarlas a condiciones óptimas y por encima de los 20 millardos de dólares.
Los datos aportados por el propio Banco Central de Venezuela (BCV) indican que en lo que va de 2016, las reservas han caído 5.400 millones de dólares, es decir, un 33,2%; al pasar de un tope de $ 16.330 millones a un mínimo de $ 10.898 millones (cifra reflejada el pasado 27 de octubre). Incluso, la cifra estaría muy lejos del récord de los
$ 43.054 millones de diciembre de 2008, cuando los precios máximos del crudo escalaron hasta el histórico de los $ 132.
El economista Joaquín Suárez aseguró, a este rotativo, que “los números” que refleja el propio BCV son “alarmante y preocupantes”.
Añadió Suárez que “todo indica que el monto seguirá descendiendo en 2017 porque el Ejecutivo deberá asumir compromisos financieros y pagos de deuda por encima de los 10.000 millones, cuando lo más probable es que los precios del crudo sigan por debajo de la marca de los $ 50”.
Recientemente, la consultora Opportunity Fund, en un análisis privado, enfatizó que el reciente bajón en el nivel de las reservas se debió, principalmente, a los compromisos adquiridos por Petróleos de Venezuela para cancelar los intereses de los petrobonos de 2016 y 2017.
“Lo que nos dice la caída de 1.000 millones de dólares en la reservas (internacionales) es que Pdvsa se está quedando sin fondos”, comentó la firma consultora.
En los últimos 10 meses, el país se mantiene en una “profunda recesión”, tal como lo han sugerido organismos como el FMI y Bank of America, como consecuencia de la disminución de más del 50% del precio del petróleo.
Este factor incidió en la caída de los ingresos por exportaciones de crudo, la reducción de las importaciones, un mayor endeudamiento, alta inflación y debacle en las reservas internacionales.
La firma Inter-American Trends también publicó —en su cuenta twitter (@iatrends)— que para finales del mes pasado las reservas en oro monetario del país se mantuvieron en unos 188,7 toneladas métricas (TM).
“Las RIL (reservas internacionales líquidas) se ubicaron en $ 395 millones. El BCV liquidó $19 millones promedio día para importaciones —correspondiente al monto mínimo observado en septiembre— y Pdvsa vendió $ 156 millones al BCV producto de las exportaciones de crudo y productos. Los ingresos de divisas al BCV han caído 53% en 2016, al compararlo con el mismo período en el 2015”, dijo el informe de Inter-American Trends.
El economista y premio nacional de Ciencias, Víctor Álvarez, se ha mostrado preocupado por el comportamiento de las reservas y la capacidad de respuesta del país en sus deudas el próximo año.
“La situación luce cada vez más apretada, al extremo de liquidar aceleradamente reservas internacionales y realizar operaciones de swap con oro monetario. Con el colapso de los precios (del crudo), el ingreso se ha reducido en un 75 %. Y eso tiene repercusiones en la capacidad de pago (…) Venezuela viene cancelando un promedio anual de $ 10 mil millones entre capital e intereses de la deuda externa”, opinó recientemente en un artículo personal.
“Lo cierto es que las reservas internacionales se han desplomado (…) y el país no puede seguir como va. Ante el colapso de los precios del petróleo y la severa escasez de divisas (…) se escuchan diferentes planteamientos que van desde la liberación del mercado cambiario hasta la moratoria unilateral de la deuda externa”, afirmó Álvarez.
Igualmente, el economista Ramón Castillo exhortó al Gobierno “corregir lo más pronto posible la situación”, pues el bajo nivel de las reservas puede “traer serios problemas al país”. “Venezuela se expone a entrar en default, a no tener capacidad de respuesta y recursos para las importaciones y, con niveles tan ínfimos de dólares en las arcas del BCV, el respaldo de los bolívares en circulación es cada vez menor. Ya Venezuela recurrió en dos oportunidades a la venta de oro para inyectar divisas frescas, pero este mecanismo ya se está agotando”.
Castillo manifestó que “tener reservas de divisas óptimas permite, primero que todo, pagar deudas, cubrir cualquier contingencia y también ayuda a la estabilidad de nuestra moneda. No es nada sano para nuestra economía que falten dólares y sobre bolívares (…). Contar con un monto por debajo de los 11.000 millones de dólares puede traer como problema una imagen negativa en el exterior y nada favorable para obtener nuevas condiciones de financiamientos”.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com