
El síndico a cargo del proceso de quiebra del Banco del Orinoco N.V. (BDO) en Curazao, Michiel Gorsira, ha presentado una denuncia penal formal ante el Ministerio Público de Curazao por «quiebra fraudulenta» contra los accionistas, directores y el beneficiario final de la entidad offshore del venezolano Grupo Financiero BOD.
Detalles de la acusación
La denuncia se dirige específicamente contra el banquero Víctor Vargas Irausquin, propietario del BOD, su empresa accionista Cartera de Inversiones Venezolana C.A., el Banco del Orinoco, y el BOD como accionista. También están incluidos en la acción penal otros miembros de la junta directiva, como Joel Santos Tobio, Santos Alonso Ramos y Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú.
El síndico Gorsira indicó que la denuncia se centra en la «apropiación indebida de activos de la masa concursal por un monto aproximado de USD $1.500 millones, así como de falsificación».
Los abogados Carlos Calderón y Roberto Hung, representantes de un grupo de clientes afectados, explicaron el contenido del informe del síndico.
El abogado Hung recordó que el propio Banco Central de Curazao había señalado la ausencia de «documentación legítima» en el expediente del Banco del Orinoco para demostrar la existencia de sus activos, particularmente una serie de bonos de deuda externa venezolana.
Esta falta de evidencia llevó al síndico a determinar la «quiebra fraudulenta» de la entidad, ya que los accionistas no pudieron probar la existencia de los activos.
Según el abogado Hung, «El Banco del Orinoco no tiene dinero» para hacer frente a la deuda con sus clientes.
El abogado Calderón subrayó que todos los denunciados deben comparecer ante las autoridades judiciales de Curazao para explicar «dónde están los $854 millones de dólares, aproximadamente, que adeudan» a los clientes.
Contexto del caso
El proceso legal del banco offshore del BOD en Curazao afecta a aproximadamente 2.441 clientes naturales y jurídicos.
El Banco Occidental de Descuento (BOD) en Venezuela entró en un proceso de liquidación y posterior venta al Banco Nacional de Crédito (BNC) en octubre de 2019, tras evidenciarse, según la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), problemas que «afectaban gravemente el patrimonio» y presentaban un «elevado riesgo de liquidez y solvencia».
Se informó que Cartera Inversiones Venezolana C.A., creada para manejar los títulos valores del Grupo Financiero BOD y sus filiales (BOI Bank en Antigua y Barbuda, All Bank Corp en Panamá, y Banco Múltiple de las Américas en República Dominicana), asumió los compromisos generados por la quiebra del BOD y se comprometió a no disponer de los bonos ni de sus intereses sin autorización previa de los interventores.
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