La escalada de la ofensiva militar de Estados Unidos contra supuestas organizaciones narcoterroristas en el Caribe ha sembrado la zozobra entre los pescadores que faenan en el Lago de Maracaibo. Wilder Fernández, un pescador de 30 años con 13 años de experiencia en el oficio, confiesa que el miedo a morir por «munición extranjera» supera ahora el temor a los asaltantes de la noche.
La pesca bajo amenaza
Fernández, mientras atrapaba cuatro peces en una pequeña bahía al norte del lago para la cena de su equipo, describió la situación como «una locura, varón». Su pavor se debe al despliegue de buques, aviones caza, un submarino y miles de tropas estadounidenses como parte de un operativo militar contra grupos vinculados, según la Casa Blanca, al gobierno de Nicolás Maduro.
Según un artículo del periodista Gustavo Ocando Alex para la BBC, el ejército estadounidense ha atacado seis embarcaciones en el Caribe desde el 2 de septiembre, resultando en la muerte de 27 tripulantes acusados de traficar narcóticos.
La preocupación se intensificó este miércoles, cuando el presidente Donald Trump confirmó la autorización de operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y evaluó públicamente una posible incursión terrestre.
Resistencia y desasosiego
A pesar de que los bombardeos se han producido a miles de kilómetros de la faena de Fernández en el Zulia, su esposa le ruega a diario que abandone la pesca. El hombre, que viste botas ennegrecidas por el petróleo del lago, reconoce la imposibilidad de hallar otra fuente de ingresos.
«Me dice que me deje de la ‘pesquería’, que busque otro trabajo, pero ¡si no hay pa’ dónde correr!», advierte.
Fernández no descarta que la ofensiva, «aunque sea por error», pudiera alcanzar su embarcación. «Claro que preocupa. Uno nunca sabe. Todos los días lo pienso, varón,» admitió el padre de tres hijos.
Un día después de la conversación de Fernández con BBC Mundo, el presidente Trump anunció en su red Truth Social una nueva arremetida en aguas internacionales «frente a las costas de Venezuela», reportando la muerte de «seis narcoterroristas» y confirmando que la embarcación traficaba narcóticos y estaba asociada con redes ilícitas.
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