Hace exactamente un mes falleció en el Hospital Militar de Caracas el Presidente de la República Hugo Chávez Frías a sus 58 años de edad. A las 4:25 de la tarde cesaba en su lucha contra un cáncer en la región pélvica con el que batalló durante dos años y que lo llevó en cuatro oportunidades al quirófano.
Minutos después, a las 5:15 de la tarde, la noticia se hacía mundial.
«El Presidente Hugo Chávez ha muerto», así lo informó el entonces Vicepresidente Nicolás Maduro en Cadena nacional, hoy encargado de la primera magistratura.
“Le decimos a nuestro pueblo que nos congreguemos en el Hospital Militar”. ”Aquellos factores que no apoyaron nunca al comandante Chávez respeten el dolor del pueblo”, expresó Maduro con los ojos bañados en lágrimas y frente al mundo.
“Respeto, respeto, y a nuestro pueblo en las próximas horas informaremos todos los planes para rendir homenaje póstumo a nuestro comandante Chávez”, agregó.
“En este dolor inmenso de esta tragedia histórica, le toca a nuestra patria, nosotros llamamos a todos los compatriotas a ser los vigilantes de la paz, del amor del respeto y la tranquilidad de esta patria (…). Venimos al hospital Militar de Caracas a seguir la situación del Presidente y recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir a nuestro pueblo. A las 4:25 pm ha fallecido el comandante presidente Hugo Chávez, luego de batallar duramente con una enfermedad”, dijo.
Hugo Chávez se complicó severamente la noche del 4 de marzo, una nueva infección respiratoria colapsó su salud al extremo. El propio ministro de Comunicación de Información Ernesto Villegas dio su último parte médico, uno que fue reiterado al mediodía del día 5 mediodía por Maduro anunciando que había empeorado la situación del mandatario nacional.
El cáncer que lo aquejaba desde junio de 2011 terminó por ganar la batalla al líder de la revolución bolivariana.
Chávez, quien se sometió a su última y más fuerte operación por un cáncer en la zona pélvica el 11 de diciembre, fue objeto de afecciones duras de su sistema respiratorio, eventos que no pudo superar.
Regresó a Venezuela a mediados de febrero semanas por petición propia según lo dijo el propio Maduro. “Llevenme a mi patria, allá seguiremos el tratamiento”, exigió a sus familiares.
Pero las fuerzas no dieron.
La pérdida del líder fundador del movimiento revolucionario sacudió al mundo. La noticia copó la escena internacional y el país se sumió en el acontecimiento con un luto general.
Millones de venezolanos se activaron para rendir los honores más prolongados y masivos que se hayan visto en la historia venezolana. Inmensos cortejos fúnebres colmaron las calles de Caracas para acompañar sus restos hacia la Academia Militar donde reposó en Capilla Ardiente y donde su urna fue abierta para que más de 3 millones de venezolanos asistieran a verlo.
Colas enormes se formaron hasta Fuerte Tiuna, familias enteras, seguidores, y hasta detractores enfilaron fuerzas para darle el último adiós con respeto.
Presidentes y representantes de unas 55 naciones del mundo asistieron a los funerales e hicieron guardias de honor flanqueando su féretro. Los mandatarios de América Latina vinieron en pleno.
Se habló en primera instancia de embalsamar el cuerpo para que fuese observado por siempre por los venezolanos, pero un mal cálculo de tiempo no permitió la ejecución de la operación.
También por esos días comenzó la exigencia del pueblo y el Psuv de llevar sus restos al Panteón Nacional, una discusión que al parecer se disipó entre debates de los propios voceros del Gobierno.
El día 15 de marzo su cuerpo fue trasladado en otro cortejo fúnebre masivo hasta el Cuartel de la Montaña en el 23 de Enero, el sitio desde donde dirigió la rebelión militar del 4 de febrero de 1992 cuando era Teniente Coronel del Ejército, y allí su urna fue sellada y colocada en medio de la llamada Flor de los Cuatro Elementos.
Hasta el momento ese será su lugar de descanso. Su familia lo apoyó y ahora el enclave se ha convertido en un lugar de peregrinación nacional para los fieles seguidores de su pensamiento.
Redacción/DiarioRepública