
Crecimiento impulsado por el crudo
El economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, ofreció un diagnóstico detallado de la economía venezolana, destacando la dualidad de un crecimiento económico robusto impulsado por el sector petrolero que, sin embargo, se ve opacado por una inflación que retoma niveles alarmantes. Oliveros proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) del país cerrará el año con un crecimiento situado entre el 4 % y el 5 %.
El motor principal de esta expansión es, sin duda, la industria de los hidrocarburos. El sector petrolero, que constituye más de una cuarta parte de la economía nacional, se encamina a un cierre de año con un incremento de la producción estimado en alrededor del 14 %, lo que inyecta divisas y dinamismo a las cuentas nacionales.
Desempeño sectorial dispar
Aunque el petróleo lidera, otros sectores muestran un comportamiento muy variado. Según las cifras presentadas por Oliveros en una entrevista para el Circuito Éxitos con Román Lozinski, el sector de telecomunicaciones se posiciona como el segundo con mayor crecimiento, registrando un sólido 11 % en el primer semestre del año.
Otros rubros considerados esenciales, como Alimentos y Medicinas, mantienen una trayectoria positiva, aunque con un ritmo de crecimiento más moderado en comparación con períodos anteriores. Oliveros los describe como «los sospechosos habituales» que continúan mostrando buenos niveles de actividad.
La cara menos favorable se encuentra en la actividad comercial, un segmento clave que representa aproximadamente el 15 % del PIB. Este sector es el más vulnerable a la inestabilidad cambiaria y registra un crecimiento significativamente más bajo, por debajo del 3 %, lo que refleja las presiones sobre el consumo.
Alerta inflacionaria y cambiaria
El consultor fue enfático al señalar que el frente inflacionario y cambiario constituye la mayor preocupación del panorama económico. Mientras el crecimiento se mantiene, la estabilidad de precios se deteriora rápidamente.
«Números que son cálculos independientes, los cálculos independientes hablan de niveles de inflación superior del 300 %», sentenció Oliveros. Esta cifra marca un salto preocupante, superando con creces el 50 % de inflación interanual registrado el año anterior.
Esta elevadísima inflación tiene un impacto directo y negativo en la vida de los ciudadanos, afectando gravemente el poder adquisitivo y la dinámica del mercado interno. «Fíjate la gran diferencia y por eso tiene un efecto importante en consumo, en capacidad de compra, eso también debe estar afectando la dinámica comercial», explicó.
El principal catalizador de esta aceleración de precios es la variación de la tasa de cambio. Oliveros estimó que el valor del dólar podría oscilar entre los 270 y 300 bolívares por dólar al finalizar el año. El economista advirtió sobre la seriedad de la situación.
«Más allá de lo que pase de aquí a diciembre, ya lo que ha ocurrido es el elemento más preocupante de la economía venezolana porque son niveles de inflación peligrosos, son niveles que nos acercan a dinámicas que no queremos volver a repetir», concluyó Oliveros, haciendo un llamado a la cautela sobre la sostenibilidad del crecimiento si no se logra contener la espiral inflacionaria y la devaluación de la moneda.
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