
En un llamado contundente a la comunidad internacional y a la defensa de los principios de soberanía y paz, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), magistrada Caryslia Rodríguez instó a los Estados Unidos a respetar el Derecho Internacional Público (DIP) y a cesar lo que calificó como amenazas directas a la estabilidad regional.
La declaración se realizó durante el Encuentro de Juristas en Defensa del Derecho Internacional, un foro que reunió a expertos y académicos para debatir sobre la vigencia y la urgencia de preservar el orden jurídico global ante las crecientes tensiones geopolíticas.
Columna vertebral de las relaciones internacionales
Durante su discurso central, la magistrada subrayó con firmeza que el Derecho Internacional no es meramente un conjunto de normas opcionales, sino la “estructura normativa que ha permitido a la humanidad resolver conflictos respetando la igualdad soberana de los Estados.”
Enfatizó que el principio de “Pacta Sunt Servanda” —la obligación de los Estados de cumplir los tratados de los que son parte— es la “piedra angular de este sistema, formando la columna vertebral de las relaciones entre naciones”. Este principio, que garantiza la confianza y la predictibilidad en la diplomacia, es vital para evitar el retorno a la ley del más fuerte.
Principios imperativos e inviolables
En este contexto de presiones externas, la presidenta del TSJ hizo especial hincapié en la naturaleza imperativa de los principios que promueven la paz, calificándolos como universales y diseñados para prevenir violaciones entre países.
“La prohibición del uso de la fuerza, la solución pacífica de controversias, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la cooperación son normas imperativas y fundamentales que la comunidad internacional acepta y reconoce como obligatorias. Son principios universales que protegen intereses comunes y no pueden ser transgredidos bajo ningún pretexto,” afirmó categóricamente ante la audiencia.
La magistrada Rodríguez también recordó que cualquier trasgresión de estas normas tiene consecuencias graves. “La violación de estos derechos no solo genera responsabilidad internacional del Estado infractor, sino que también conmociona la conciencia de la humanidad”, un efecto que, a su juicio, se evidencia claramente en el reciente despliegue militar de EE. UU. en el mar Caribe, percibido como una acción desestabilizadora y contraria al espíritu de la coexistencia pacífica.
Reafirmación del compromiso soberano
La presidenta Rodríguez resaltó la profunda importancia de realizar encuentros académicos y políticos de esta índole para reafirmar la preservación de estos derechos en tiempos de crisis. “Este encuentro de juristas se establece como un espacio crucial para reiterar la vigencia y la urgente necesidad del Derecho Internacional como pilar fundamental para mantener la paz, la seguridad y la cooperación entre los Estados”, aseguró, invitando a la reflexión profunda sobre el papel de cada nación en la preservación del orden global.
Finalmente, la presidenta del TSJ hizo un llamado vibrante a la comunidad global de juristas y defensores del derecho. Instó a que se pronuncien con firmeza en contra de las injusticias que se desarrollan en el mundo, especialmente aquellas que buscan socavar la autodeterminación de los pueblos.
“Debemos ser los primeros en alzar nuestra voz contra la violación de los valores éticos y jurídicos que sirven como instrumentos de paz e igualdad entre los pueblos del mundo. Hoy, nuevamente levantamos nuestra voz para reafirmar nuestro compromiso con la vida, con la autodeterminación y con nuestro derecho a seguir el camino que hemos elegido sin injerencias externas”, concluyó, cerrando su discurso con un aplauso sostenido de los asistentes en señal de apoyo a la defensa de la soberanía nacional y el orden jurídico internacional.
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