
Bob Brenner es un detective estadounidense de 44 años que vivía con una adicción: alimentarse con donas y comida rápida. Los fines de semana no le faltaban cervezas ni las botellas de “Jack Daniels” (whisky).
En mayo de 2012 pesaba 203 kilos. Su vida como jugador de fútbol americano y luego como entrenador se esfumó, la obesidad ya tocaba a su puerta. Es casado, tiene dos hijos y vive en Pewaukee, Wisconsin.
En su intento por bajar de peso probó todas las dietas que pudo, pero no tuvo buenos resultados. Fue ahí cuando decidió pedir ayuda y le escribió una carta a uno de los entrenadores más reconocidos en el mundo fitness: Chris Powell.
A través de su programa de transformación extrema “Extreme Weight Loss” (Kilo a Kilo), transmitido por Discovery Home and Health, Powell atendió su llamado y lo seleccionó entre miles de candidatos para iniciar un viaje de 365 días que lo llevó a una nueva vida, una con 115 kilos menos en mayo de 2013.
—¿Cuál fue el secreto para lograr su asombrosa transformación y llegar a pesar 88 kilos?
No puedes perder peso sin hacer ejercicios cinco o seis veces a la semana, es decir sí puedes, pero será muy difícil. Lo más importante es que tu alimentación sea saludable y eso se trata de consumir proteínas magras, carbohidratos saludables, arroz integral, vegetales, frutas y también contar las calorías. Yo como cinco veces al día, cinco comidas pequeñas cada tres horas. Para realizar eso tienes que prepararte, yo todos los fines de semana cocino a la parrilla pollo, carne, cerdo y pescado, luego que están listos los coloco en recipientes dentro de mi nevera. Mi esposa se encarga de preparar los vegetales y de colocarlos también en recipientes.
—Muchas personas se proponen bajar de peso, lo logran y luego recuperan el doble, ¿Qué se necesita para no volver a los viejos hábitos?
Yo estaba listo, hay personas que quieren cambiar su estilo de vida, pero no necesariamente están listos para afrontarlo. Desafortunadamente, muchas personas que han decidido transformar sus vidas, que han pasado por las manos de Chris Powell, han vuelto a ganar peso, esa es la parte triste. Cuando te propones metas cortas, luego metas largas y las vas alcanzando, cosas sorprendentes te comienzan a ocurrir.
—Hay quienes dicen: para qué vivir así si uno igual se va a morir, ¿Qué le dice a esas personas?
Al final de cada día uno quiere permanecer en este planeta el mayor tiempo posible. Cuando Dios quiera llevarme yo estaré listo, pero hasta que llegue ese momento quiero vivir una vida plena, eso conlleva trabajo, el resultado es calidad de vida.

—¿En qué consiste actualmente su rutina de ejercicios?
Hago ejercicios seis días a la semana. Desde el lunes hasta el sábado, son 45 minutos de entrenamiento de alta intensidad con intervalos, también hago 90 minutos de ‘hot yoga’. Me gusta andar en bicicleta, el pasado domingo rodé unos 64 kilómetros. Disfruto ejercitarme.
—Usted se convirtió en inspiración para miles de personas que buscan una vida más saludable…
Necesitaba tomar el control de mi vida, era muy exitoso como entrenador de fútbol americano, como oficial de policía, como atleta, pero en este aspecto (obesidad) no lo era y ya me había cansado de hacer tantas dietas. No se trataba de inspirar a nadie, pero ahora me dices que hay personas en el mundo que se han inspirado y eso es asombroso, significa mucho para mí.
—¿Sabe que en Maracaibo y en muchas partes del Zulia un desayuno podría ser con pastelitos, mandocas, empanadas fritas y refrescos?
¡No sabía, no es saludable! Voy a tener que ir hasta allá para hablar con la gente, ya veo que se ha aceptado socialmente ese tipo de comida. Quisiera ir a Venezuela, a Suramérica. De hecho esta es mi primera entrevista para un medio internacional.
—¿Desde cuándo no come una dona?
Muy buena pregunta (jajajaja). En los últimos tres años solo he comido dos.
—¿Y qué hay de las pizzas y las hamburguesas?
Trato de mantenerme alejado de las pizzas, son un potencial detonante para mi ya que no puedo comerme uno o dos pedazos de pizza sino cinco. Con las hamburguesas es diferente, las preparo con carne sin grasa, unos 160 gramos, y me las como una cada dos semanas.

—En este momento, ¿Cuánto pesa?
Cuando termine el programa llegué a 88 kilos, un peso muy bajo. Ahora me mantengo en forma pesando entre 102 y 106 kilos.
—Las dolencias en sus rodillas casi lo sacan del programa ¿Cómo se encuentran?
En noviembre de 2014 mi rodilla izquierda fue reemplazada, estaba muy mala, ya me habían hecho cuatro operaciones. De hecho en el programa me operaron ambas. Tengo siete meses en recuperación ya me siento mejor, al 100%.
—Nunca se le vio trotando o corriendo para para bajar de peso…
Rebajar 115 kilos en un año fue una prueba, salvó mi vida. Nunca corrí ni una sola vez. Lo que hacía era ejercicios en intervalos a alta intensidad. También hice boxeo, kayak, yoga, bicicleta y natación, me encanta la natación. Algo muy importante es que si tienes alguna lesión debes buscar algo con lo que puedas mantenerte en ejercicio.
—Ahora como motivador ¿cómo se siente?
Es una labor increíble. He compartido en varios escenarios, hasta con 10 mil personas en auditorio. En la cuarta temporada de “Extreme Weight Loss” se cambió el formato del programa y ahora también contribuyo con quienes asisten a los campamentos que se hacen en el centro de salud en Denver.
—¿Aún trabaja en el departamento de policía?
Sí, todavía estoy en el departamento de policía de Waukesha en Wisconsin. He trabajado como policía durante los últimos 23 años, de hecho voy a jubilarme en diciembre, en este momento estoy abriendo un nuevo capítulo en mi vida. Espero seguir inspirando a otras personas con mi historia.

—¿Mantiene el récord de haber perdido más peso en el programa?
Sí, lo mantengo. Pero quisiera que alguien rompa ese récord de bajar 115 kilos en un año. Estaría feliz con eso.
—Usted escribió su biografía luego de la transformación ¿Qué resalta en el libro?Hablo de cuatro elementos muy importantes que son: compromiso, amor, integridad y fe, de cómo me han ayudado en mi vida. Me encanta hablar con las personas porque me apasiona lo que hago. Puedo compartir información, puedo compartir conocimiento, pero las personas realmente deben querer cambiar. Por mucho que yo quiera que la gente cambie, las personas deben cambiar por si mismas.
—En este estilo de vida saludable ¿Cuál es su comida favorita?
Me gustan los huevos, les coloco muchos vegetales, me encantan los desayunos. Ocasionalmente los como con pavo o carnes. Lo que hago en mi comida ‘trampa’ de la semana es que a mis huevos en el desayuno les agrego queso.
—¿Qué piensa de las personas que deciden perder peso con cirugía de bypass gástrico y no como propósito de vida?
Creo que el bypass gástrico es una posible solución. Sin embargo, si la persona no está preparada totalmente para hacer un cambio de vida total, el éxito sólo será temporal. Tiene que existir un compromiso de comer limpio, amarse a uno mismo y tener fe en Dios.
—¿Nunca se dio por vencido?
Fallé en tantas dietas que para este reto estaba realmente preparado. Me comprometí en un cambio de vida, confié en Dios a quien amo, él me acompañó durante mi transformación así que puedo decir que soy un hombre bendecido.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com