
El rey Carlos III del Reino Unido ha dado un paso de gran trascendencia histórica y protocolaria al iniciar el proceso para despojar a su hermano, el príncipe Andrés, de todos sus títulos reales, incluido el de príncipe, y desalojarlo de su residencia, la lujosa mansión Royal Lodge en Windsor. La medida busca pasar página al escándalo provocado por la persistente relación de Andrés con el pederasta convicto Jeffrey Epstein.
Tras semanas de intensa presión mediática y política, el monarca británico cedió a la opinión pública, actuando para retirarle a Andrés tanto el título de príncipe, con el que nació, como el de duque de York, otorgado por la difunta reina Isabel II.
Pérdida Total de Honores y Desalojo Inmediato
El Palacio de Buckingham emitió un comunicado confirmando las acciones sin precedentes. Andrés perderá la totalidad de los honores recibidos a lo largo de su vida, y a partir de ahora será conocido simplemente como Andrés Mountbatten Windsor.
«El rey ha iniciado un proceso formal para retirar los títulos y honores del príncipe Andrés, y se le ha notificado formalmente que debe entregar su contrato de arrendamiento en Royal Lodge, en Windsor», señaló el comunicado del Palacio.
La nota añade que el contrato de arrendamiento le proporcionaba «protección legal para continuar residiendo allí,» pero que ahora se le exige «entregar el contrato» y trasladarse a una vivienda privada alternativa.
Negación Persistente y Mensaje a las Víctimas
La drástica decisión del monarca se produce a pesar de que el duque de York continúa negando rotundamente las acusaciones de abuso sexual en su contra, incluidas las de Virginia Giuffre. El Palacio quiso enviar un claro mensaje a la sociedad:
«Estas medidas se consideran necesarias, a pesar de que continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso», concluye el comunicado.
La reputación del duque de York y su exmujer Sarah Ferguson, con quien mantuvo una estrecha amistad con Epstein incluso después de que se revelaran los abusos del magnate, se ha visto completamente erosionada.
Según reportes de la prensa británica, Andrés se trasladará a una residencia en Sandringham, que será costeada por el rey. Sus hijas, Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos de princesas por derecho de nacimiento como nietas de la fallecida Reina Isabel II.
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