
Han transcurrido 22 años desde su partida, pero el legado de Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso (1925 – 2003) se mantiene vibrante. Este 21 de octubre, el planeta entero celebra el centenario del nacimiento de Celia Cruz, la inconfundible «Reina de la Salsa» y «Guarachera de Cuba», cuyo arte sigue atrayendo a nuevas generaciones.
Desde sus humildes orígenes en un barrio de La Habana, la potente voz y arrolladora personalidad de Celia Cruz la llevaron a trascender géneros y fronteras, haciendo del son y la salsa fenómenos globales. Como premonición, su himno «La vida es un carnaval» (del disco Mi vida es Cantar, 1998) sigue sonando incesantemente en fiestas y radios de medio mundo, encapsulando su filosofía de vida.
🎤 Un Icono de Estilo y Energía Arrolladora
Celia, quien inició su carrera en la década de 1940 con la Sonora Matancera, llevó el espectáculo a un nuevo nivel. Con la ayuda de su estilista Ruth Sánchez, su figura se hizo inconfundible por:
Pelucas multicolores y un maquillaje exuberante.
Tacones de formas y alturas inusitadas.
Espectaculares trajes que la convertían en la «reina del azúcar» en cada escenario.
A lo largo de seis décadas de evolución musical, Celia se mantuvo vigente cantando en español en Estados Unidos, el país que la acogió como exiliada tras la decisión de no regresar a Cuba en 1960.
El icónico «grito de guerra» de Celia, «¡Azúcar!», se convirtió en su sello personal para transmitir alegría e invitar a bailar. La propia artista relató que la frase nació en 1964 en un restaurante cubano en Miami, cuando, ante la obvia pregunta de si quería café con o sin azúcar, respondió con su gracia innata: «el café en Cuba se toma siempre con ¡azúcar!». La anécdota se convirtió en un ritual hasta que un día irrumpió en el escenario gritándola.
La huella de Celia Cruz, fallecida a los 77 años a causa de un cáncer, es tan profunda que su centenario es celebrado con una miríada de eventos:
Múltiples Países: En la República Dominicana se presenta un musical, mientras que en el Callao (Perú) se bautiza una calle con su nombre y se develará una estatua en su honor.
Eventos: Exposiciones, reediciones de discos en vinilo, programas especiales de televisión y conciertos.
Reconocimientos: A lo largo de su carrera, recibió tres Grammys y cuatro Grammys Latinos. Además, fue la primera afroamericana en aparecer en una moneda de EE. UU. y tiene un espacio en el Paseo de la Fama del legendario Teatro Apollo de Nueva York.
En El Bronx, Nueva York, donde descansan sus restos junto a su esposo Pedro Knight, su recuerdo perdura en murales como «La Reina Celia» en Harlem y en la calle y escuela que llevan su nombre. Tal era su impacto, que tras su muerte en 2003, la Quinta Avenida de Nueva York tuvo que ser cerrada ante la multitud que colapsó las calles.
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