
La superestrella del pop Britney Spears ha optado por el silencio digital. La cantante eliminó su cuenta de Instagram este domingo, haciendo inaccesible el canal que utilizaba habitualmente para comunicarse con sus seguidores y defenderse de las críticas.
Esta acción drástica ocurre en medio de una creciente preocupación de sus fans por publicaciones recientes, y una intensa disputa pública con su exmarido, Kevin Federline, a raíz de la publicación de sus memorias.
La Respuesta al «Sensacionalismo» de las Memorias
La eliminación de la cuenta se produjo poco después de que Federline lanzara su libro, “You Thought You Knew”. Los extractos filtrados contienen acusaciones sobre el comportamiento de Spears como madre y la supuesta preocupación de Federline por la seguridad de sus hijos, Jayden James y Sean Preston.
Spears había respondido públicamente a las acusaciones de su exmarido a mediados de octubre, utilizando la plataforma X para acusarlo de manipulación psicológica constante y defender vehementemente su vínculo con sus hijos.
Un representante de la cantante vinculó directamente la acción de Federline con el factor económico:
“Tras la publicación del libro de Kevin, una vez más él y otros se están beneficiando a costa de ella, y lamentablemente esto ocurre después de que la manutención de los hijos con Kevin haya finalizado.”
El representante enfatizó que la prioridad de Britney es proteger el bienestar de sus hijos del «sensacionalismo» mediático generado por la publicación.
Preocupación de los Fans y Defensa de la Expresión Personal
En las últimas semanas previas a la desactivación, las publicaciones de Spears en Instagram —videos de baile y mensajes crípticos— habían generado alarmas entre sus seguidores. La preocupación se intensificó tras compartir un video a principios de octubre donde se mostraba con moretones y vendajes.
Spears siempre defendió sus videos de baile como una forma de expresión y espiritualidad, escribiendo: «Esta es mi forma de expresarme y orar a través del arte… No estoy aquí para que me tengan lástima o me tengan compasión”.
La abrupta salida de Instagram simboliza la retirada de Britney Spears de un espacio que, aunque le brindó voz tras la finalización de su tutela, también se convirtió en un campo de batalla para el escrutinio público y las disputas familiares.
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