
El legado inmortal del “Divo de Juárez”, Juan Gabriel, reafirmó su vigencia y poder de convocatoria en un evento masivo e inédito. Una multitud de 170.000 personas se congregó la noche del sábado en el icónico Zócalo de la Ciudad de México para presenciar la proyección especial del primer concierto que el cantautor ofreció en el Palacio de Bellas Artes en 1990.
Según las cifras oficiales proporcionadas por el Gobierno capitalino, la afluencia de fanáticos superó todas las expectativas, marcando un hito. Más allá del tributo local, el evento estableció un nuevo récord global de asistencia para una exhibición presencial organizada por la plataforma de streaming Netflix, socio del evento junto a la Secretaría de Cultura capitalina.
Un triunfo de la música popular
La proyección, que formó parte de las actividades de lanzamiento de la docuserie de Netflix, “Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero”, no fue solo un recuerdo, sino una vibrante celebración colectiva. Miles de asistentes corearon himnos como «Querida», «El Noa Noa» y «Hasta que te conocí», transformando la Plaza de la Constitución en un monumental karaoke al aire libre. La respuesta del público, que reunió a nuevas y viejas generaciones, subraya la profunda huella que dejó Alberto Aguilera Valadez en la cultura popular mexicana y latinoamericana.
El concierto original de 1990 en Bellas Artes fue un momento crucial en la carrera de Juan Gabriel, donde rompió las barreras entre la música popular y la alta cultura al convertirse en el primer artista de su género en presentarse en el máximo recinto cultural de México, acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional.
Superando la marca anterior
Esta es la segunda vez que uno de los históricos conciertos de Bellas Artes de Juan Gabriel se proyecta en la principal plancha del país, y en esta ocasión, la convocatoria fue significativamente mayor. Un evento similar, realizado en septiembre de 2024 con la proyección de su presentación de 2013, atrajo a 70.000 personas. El evento de este sábado duplicó con creces esa cifra, demostrando que el fervor por el artista sigue creciendo, incluso ocho años después de su fallecimiento.
Al finalizar la proyección, un mariachi en vivo subió al escenario para interpretar un popurrí de sus temas más emblemáticos, despidiendo la multitud con un emotivo cierre que reafirmó el espíritu festivo y nostálgico de la velada.
El masivo tributo en el Zócalo, que se recuerda fue también el escenario de un concierto gratuito de Juan Gabriel hace 25 años, consolida la alianza entre el gobierno de la Ciudad de México y Netflix para honrar la memoria de uno de los íconos más importantes de la música en español.
www.diariorepublica.com



