Los científicos utilizaron anticuerpos especiales que ignoraban las bacterias extrañas, pero interactuaban con moléculas de proteína Phex en las células de los dinosaurios.
El estudio de espectrometría, a su vez, permitió ver la secuencia de aminoácidos que ocurren en las proteínas como actina, tubulina y la histona que se encuentran en las células de todos los animales.
Este estudio confirma la posibilidad de preservación de las células orgánicas durante decenas de millones de años. Esta conclusión permite a los científicos no solo conocer más sobre los reptiles prehistóricos, sino también explorar nuevas formas de preservación de los tejidos de los organismos vivos.
Las primeras menciones sobre la supuesta presencia del tejido orgánico en las células de dinosaurios aparecieron hace 20 años. En aquel entonces al estudiar una pieza ósea de un dinosauro bajo microscopio la paleontóloga estadounidense Mary Schweitzer encontró células sanguíneas.
El hecho parecía imposible ya que los restos orgánicos no podían sobrevivir en el proceso de fosilización, insistían los expertos. Sin embargo, con el paso del tiempo se llevaron a cabo numerosas pruebas que indicaron que las formaciones esféricas fueron realmente células rojas de sangre de Tyrannosaurus rex que murió hace 67 millones de años.
Agencias