Una médico de la Armada Británica recibió medalla por valentía la semana pasada. Dentro de sus recuerdos más crudos y también algo divertidos, ella recordó el momento en que un soldado herido le pidió que le enseñara los pechos.
Mientras se encontraba en Afganistán, la soldado Emily Tomkins, del cuarto regimiento médico, fue llamada para atender a un compañero soldado a quien un artefacto explosivo le arrancó ambas piernas.
Con una sola inyección de morfina Tomkins logró apaciguar sólo un poco el dolor del soldado, pero le advirtió que no podía suministrarle más por los posibles efectos negativos.
“Bueno, entonces haz algo útil y enséñame los senos”, dijo Emily citando al soldado herido (de quien prefirió no revelar su nombre).
Haciendo caso omiso a su solicitud, la soldado llevó al compañero a un lugar seguro y ahora se le atribuye haber salvado la vida de su compañero.
“Sólo hacía mi trabajo”, afirmó Emily.
Agencias