El féretro de la duquesa de Alba se encuentra ya en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, donde recibirá durante toda la tarde el reconocimiento público de los sevillanos en la capilla ardiente que estará abierta hoy y mañana, hasta la celebración de la misa funeral, que tendrá lugar mañana viernes en la Catedral de Sevilla.
Varios cientos de Sevilla, que la han esperado toda la mañana en la Plaza Nueva, hacen cola ya para darle su último adiós a Cayetana de Alba.
A las 13:15 horas la comitiva fúnebre ha recorrido la distancia que separa el Palacio de las Dueñas del edificio consistorial, en la plaza Nueva de la capital andaluza.
La duquesa de Alba ha muerto en su palacio de la calle Dueñas de Sevilla, después de tres días de agonía provocada por una gastroenteritis y una neumonía. Lo confirmaba la familia poco antes de las diez de la mañana. El Ayuntamiento de Sevilla ha decretado un día de luto oficial.
Pasadas las 10:30 horas han llegado al Palacio de las Dueñas el médico que la ha estado tratando durante estos días, el doctor Muñáriz, así como el confesor de la duquesa y capellán de la casa de Alba, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. Fuera, en la calle ya se contaban por cinco o seis decenas los sevillanos que esperaban a las puertas del Palacio de las Dueñas para expresar su pésame a la familia de los Alba.
Será el viernes cuando se celebre su funeral en el Altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla, y será oficiado, a las 12 horas, por el cardenalMonseñor Amigo Vallejo. La duquesa había manifestado en vida su deseo de que sus restos queden en Sevilla en el columbario del templo de la Hermandad de los Gitanos, cuya construcción sufragó y de la que era miembro honorífico. La otra opción, la del pueblo madrileño de Loeches, donde está el panteón de la Casa de Alba, nunca fue del gusto de Cayetana. «Aquello es muy aburrido», ha llegado a bromear en alguna ocasión.
Fuentes de la hermandad han confirmado esta mañana que será en la Iglesia del Valle donde descansarán los restos de la Duquesa de Alba.
Cayetana Fitz-James Stuart tenía 88 años y era 14 veces Grande de España, entre otros títulos nobiliarios que LA convertían por nacimiento en una de las mayores aristócratas del mundo.
Vía EM/www.diariorepublica.com