Este viernes miles de personas se reúnen frente a la Plaza de Mayo en Buenos Aires. Llegarán desde distintos puntos del país para cerrar la llamada ‘Marcha Federal por pan y trabajo‘ que comenzó el lunes pasado. La idea fue tomada de las marchas federales por la educación realizadas en 2016 y 2018.
La protesta fue convocada por movimientos populares y sociales como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie. Sin embargo, han sumado el apoyo de distintos sectores de la Confederación General del Trabajo (CGT), la Iglesia Católica, organizaciones y dirigentes políticos como el gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifchitz, y el intendente de Resistencia (Chaco), Jorge Capitanich.
Más allá de la consigna general, el reclamo puntual es por la sanción de cinco proyectos de ley impulsados por los organizadores. Se trata de las leyes de Emergencia Alimentaria, Infraestructura Social, Integración Urbana, Emergencia en Adicciones y Acceso a la Tierra.
Los puntos de partida de la marcha fueron la ciudad de La Quiaca, en la provincia de Jujuy y en la frontera con Bolivia; Posadas, capital de Misiones; La Rioja, capital de la provincia homónima; Bariloche, en Río Negro y al pie de la cordillera de Los Andes; y Ushuaia, la ciudad más austral del mundo ubicada en Tierra del Fuego.
Los recorridos realizaron paradas en distintos puntos donde llevaron a cabo actividades para difundir los reclamos de la movilización que incluyen también el rechazo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), anunciado por el Gobierno de Mauricio Macri.