El Papa aterrizó en Castel Gandolfo tras un breve recorrido por Roma. Allí, Benedicto XVI ofreció ante una multitud sus últimas palabras como Sumo Pontífice. Joseph Ratzinger volverá al Vaticano dentro de unos tres meses para residir en un convento, a apenas 100 metros del nuevo pontífice, que será elegido en los próximos días.
Hoy Benedicto XVI ha descrito la Iglesia como un «ente vivo» que se transforma y que nunca permanece igual: «Es un cuerpo vivo, animado por el Espíritu Santo». En un acto muy breve, el Papa ha saludado a los cardenales y ha agradecido su presencia y las palabras de Angelos Sodano, que ha abierto la ceremonia.
A las cinco de la tarde, hora de la capital italiana, las campanas de Roma anunciarán, todas a un tiempo, que Benedicto XVI está abandonando el Vaticano. A las ocho de la tarde, la Guardia Suiza cerrará las puertas del Palacio Apostólico, única señal externa de que Joseph Ratzinger, de 85 años, estará dejando en ese mismo instante de ser Papa. La silla de Pedro quedará vacante y la Iglesia se sumergirá en una incertidumbre extraña, desconocida desde hace siete siglos, la de esperar la llegada de su nuevo Sumo Pontífice con el anterior todavía vivo.
Vía Agencias