El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dirigió este miércoles 3 de febrero un mensaje al Parlamento de Brasil, en el cual volvió a comprometerse con la vacunación de la población contra el Covid-19 y pidió ayuda de los legisladores para avanzar en la agenda económica del país.
Bolsonaro participó en la apertura del año legislativo y, pese al negacionismo que siempre ha mostrado frente al coronavirus, aseguró que el Gobierno adquirirá las vacunas necesarias para inmunizar a los 210 millones de brasileños, en el marco de lo que denominó «esfuerzo por una vuelta a la normalidad».
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus y hasta ahora acumula más de 9,3 millones de casos y 226.000 muertes, con la incidencia del virus descontrolada y con una nueva variable surgida precisamente allí, en la Amazonia. La oposición por su parte, que llegó a intentar un juicio con miras a la destitución del mandatario por su supuesta «omisión» frente a la emergencia sanitaria, recibió al mandatario al grito de «genocida», que fue respondido por un coro oficialista que alababa al «mito», como le llaman sus seguidores.
En su discurso, la primera autoridad del gigante amazónico afirmó que, el año pasado, «todo el planeta fue sorprendido por la pandemia», que «afectó a millones de personas» y frente a la cual sostuvo que el Gobierno «adoptó dos premisas básicas: salvar vidas y proteger empleos».
En ese aspecto, hizo un repaso de los subsidios otorgados durante el año pasado a las clases más pobres y desempleadas, los créditos destinados a empresas «para preservar empleos» y las exoneraciones tributarias a muchos productos nacionales, destinada a mantener las actividades económicas.
Este año, según Bolsonaro, el Gobierno estará volcado al plan de inmunización de la sociedad, para lo que ha reservado ya desde fines de 2020 la suma de unos 20.000 millones de reales (equivalente a 4.000 millones de dólares), que serán invertidos en la compra de vacunas contra el virus SARS-CoV-2.
Temas de la sesión legislativa
La sesión fue dirigida por las nuevas autoridades legislativas de Brasil, elegidas el pasado lunes en un proceso interno ganado por dos firmes aliados del Gobierno: el diputado Arthur Lira y el senador Rodrigo Pacheco, que presidirán las cámaras durante los próximos dos años.
A los diputados y a los senadores, el presidente pidió «ayuda y colaboración» para avanzar en el trámite legislativo de diversas iniciativas del Estado que tramitan en las cámaras y están volcadas, en su mayoría, a la recuperación de una economía que en 2020 se calcula que se contrajo un 4,5 %, como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
Entre ellas, citó las reformas administrativas y tributarias, un nuevo marco del sector eléctrico, un proyecto para declarar la plena independencia del Banco Central y otros dirigidos a permitir la apertura del proceso de privatización de decenas de industrias estatales.
Entre ellas, figura la empresa Eletrobras, considerada la mayor del sector eléctrico en toda América Latina, y que está a la espera de que el Parlamento brasilero apruebe su privatización desde 2016.
Según el presidente Jair Bolsonaro, «el actual escenario exige de todos los actores públicos una actuación mucho más coordinada y la participación del Parlamento será indispensable para alcanzar los objetivos». Tanto Lira como Pacheco se comprometieron con Bolsonaro, sea para impulsar una agenda «positiva» en las cámaras o para colaborar con la búsqueda de la «necesaria armonía entre los poderes de la Nación».
Pacheco, en el momento en que el oficialismo y la oposición se enfrentaron a gritos en favor o contra Bolsonaro, agregó que otra de las misiones del Parlamento debe ser contribuir a la «pacificación» de la sociedad y la búsqueda de una mayor «armonía» en la política del país.
«El Parlamento debe ser ejemplo del respeto a las divergencias» y de ese modo «contribuir a la pacificación de toda la sociedad», dijo el nuevo presidente del Senado Davi Alcolumbre.
Vía Agencia EFE/Diario República
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