Autoridades de Brasil y Bolivia se aprestan a ultimar este viernes en La Paz los detalles de un pacto que habilita el uso de Vehículos Aéreos No Tripuados (Vants) de la Policía Federal brasileña en cielos bolivianos.
Los aparatos están equipados para capturar y transmitir imágenes de tierra volando a kilómetros de altura, pero la información sobre cómo va a funcionar el programa en Bolivia escasea hasta ahora.
«Detalles del acuerdo entre Brasil y Bolivia sólo serán de conocimiento después de la reunión entre técnicos y representantes (de) los dos países», indicó el ministerio brasileño de Justicia, involucrado en las negociaciones, ante una consulta de BBC Mundo.
Agregó que «de momento hay una asociación entre Brasil y Bolivia en la utilización de los Vants, siendo posible extenderla a demás países que hacen frontera con Brasil».
El embajador boliviano en Brasilia, Jerjes Justiniano, anticipó que el acuerdo deberá tomar en cuenta diversos factores y «no solamente el tema de la violación del espacio aéreo».
«No cabe ninguna duda de que si no se hace un uso apropiado, un uso de seguridad, siempre va a haber un constante riesgo, no solamente desde el punto de vista de que son aviones no tripulados», dijo el representante diplomático.
«Son aviones con aparatos sofisticados de investigación y de observación: desde aerofotografías hasta radares sofisticados para detectar pistas (y) zonas» cultivadas, agregó en diálogo con BBC Mundo.
La compra de Vants a Israel fue anunciada por Brasil a fines de 2009, pero los planes han sufrido complicaciones y cambios desde entonces.
Inicialmente se indicó que la adquisición para reforzar la vigilancia doméstica y fronteriza de Brasil alcanzaría a 14 aeronaves Heron, fabricadas por Israel Aerospace Industries, por un monto total de US$ 350 millones.
Sin embargo, el ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, descartó a fines de enero en el diario O Globo que la compra llegue a 14 Vants y sostuvo que con una cantidad menor la Policía Federal «podría atender la demanda interna y hasta de otros países vecinos».
Hasta ahora la policía brasileña compró dos de esos aviones, uno de los cuales fue entregado a fin de año, precisó el periódico.
Cardozo dijo en diciembre, durante un encuentro con el ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero, que un acuerdo con ese país prevé que Vants de la Policía Federal brasileña sobrevuelen territorio de Bolivia para captar imágenes que permitan enfrentar el crimen organizado.
Cardozo viajaba esta semana a La Paz para definir aspectos de ese acuerdo con Romero. El director de la Policía Federal brasileña, Leandro Daiello, también viajó al país vecino.
Consultada al respecto por BBC Mundo, la Policía Federal brasileña también evitó brindar detalles.
«Las informaciones relacionadas con los términos en que debe ocurrir la cooperación operacional con Bolivia son sigilosas y, sobre las acciones del Vant, el DPF (Departamento de Policía Federal) no se pronunciará», explicó su asesoría de comunicación.
Brasil se transformó en un aliado clave de Bolivia en el combate al narcotráfico después que el gobierno de Evo Morales expulsara del país a la agencia antidrogas estadounidense DEA en 2008, acusándola de interferencia política.
Se estima que la mayoría de la cocaína que produce Bolivia se dirige a Brasil, el segundo mayor consumidor mundial de esa droga y de crack, un derivado de la misma que es considerado un problema creciente en el país.
La Policía Federal brasileña indicó que el modelo de avión no tripulado que adquirió mide 16,6 metros, pesa 250 kilos y puede alcanzar una altura de 30 mil pies, equivalente a unos nueve kilómetros.
«El Vant es capaz de volar por 37 horas ininterrumpidas, cubriendo más de 1000 km. Durante el vuelo, el aparato puede fotografiar o filmar personas u objetos (…) con nitidez», precisó.
El ministerio brasileño de Justicia señaló a su vez que «el Vant es un avión controlado a distancia, por medios electrónicos o computacionales, bajo la supervisión de profesionales especializados».
Vía BBCMundo