Chile entregó 3.000 visas a extranjeros ilegales gracias a un programa de regulación que implementó el gobierno en medio de una ola migratoria sin precedentes que afecta a este país, informó este miércoles el presidente Sebastián Piñera.
Piñera encabezó la entrega de las visas y documentos de identidad para los 3.000 primeros extranjeros que ingresaron a Chile con visa de turista o ilegalmente y que se acogieron a un proceso de regularización migratoria que comenzó en abril en respuesta a la masiva llegada de migrantes que en los últimos años pasó de 400.000 personas a más de 1,1 millón.
La entrega de las visas se realizó en un acto en Santiago, dos días después de que el gobierno de Piñera estimara que unos 2.000 extranjeros que no hayan regularizado su situación migratoria, que tengan antecedentes penales o estén cumpliendo penas carcelarias, serían expulsados hasta fin de año.
«Es simplemente coherencia que hoy día estemos entregando estas 3.000 visas y carnet de identidad, para que se puedan integrar en plenitud a nuestra sociedad y, al mismo tiempo, estamos expulsando a aquellas personas que cometieron delito en nuestro país, o que están en forma irregular, es decir, no están respetando nuestras leyes», sostuvo Piñera.
Unos 140.000 extranjeros se han acogido a este programa de regularización, de ellos, el 56% son hombres y el 44% mujeres. La mayor cantidad de inscritos proviene de Haití, con 46.000 personas, seguidos de Venezuela (más de 30.000) y Perú (más de 25.000).
En cuanto a las expulsiones, Piñera recordó que en su primer gobierno (2010-2014) cerró acuerdos con Perú, Bolivia y Colombia para que sus ciudadanos presos en Chile puedan cumplir sus penas en sus países.
«Hoy día estamos trabajando para revivir ese acuerdo», indicó Piñera.
Las autoridades esperan que unos 200.000 extranjeros se inscriban en el programa de regulación que concluye el 22 de julio.