El líder norcoreano, Kim Jong-un, defendió la ampliación del arsenal nuclear del país y destacó que son «la vida de la nación y no mercancías para obtener dólares estadounidenses».
Corea del Norte advirtió que de estallar un escenario bélico con su vecino del sur, provocado por Estados Unidos “y sus títeres de Corea del Sur” no “se limitará a una guerra local sino que será una nuclear y total”.
“Si Estados Unidos y sus títeres de Corea del Sur perpetran una provocación militar para provocar una guerra con la República Popular Democrática de Corea en cualquier zona, incluidas las cinco islas en el Mar del Oeste de Corea o dentro de la Línea de Demarcación Militar, la situación no se limitará a una guerra local, sino que se desarrollará hacia una guerra total, una guerra nuclear”, expresó Pyongyang en un comunicado oficial donde le declaró el estado de guerra a Corea del Sur, con quien nunca firmó un acuerdo de paz del conflicto bélico que protagonizaron en de 1950 hasta 1953.
En un comunicado hecho público el sábado, Corea del Norte remarcó también que: “Esta guerra no durará ni tres días, sino que será una guerra relámpago, en la que el Ejército Popular de Corea ocupará todas las áreas de Corea del Sur, incluyendo la isla de Jeju, de un solo golpe, sin dar tiempo a EE.UU. y a sus títeres belicistas para recobrar el sentido. La guerra se desarrollará por tierra, mar y aire, en la línea del frente y en la retaguardia”.
“Los intentos de los imperialistas de violar la soberanía de la República Popular Democrática de Corea y usurparlos bajo sus intereses supremos han entrado en una fase de extrema gravedad. En esta situación, el querido y respetado Mariscal Kim Jong-un convocó en el Comando Supremo una reunión operativa urgente sobre el cumplimiento del deber para lanzar un ataque de la Fuerza de Misiles Estratégicos del Ejército Popular de Corea del Norte (KPA) y, finalmente, examinó y ratificó un plan de ataque”, sentenció el escrito.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, además, defendió la ampliación cuantitativa y cualitativa del arsenal nuclear del país. Destacó que son “la vida de la nación” y no “mercancías para obtener dólares estadounidenses” o “moneda de cambio político”, y que no las “venderían ni por miles de millones de dólares”.
La tensión entre los dos países aumentó luego de que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas sancionara a Corea del Norte por llevar a cabo su tercera prueba nuclear. Sin embargo, el hecho que provocó un alza en la escalada diplomática fue la realización de maniobras militares en la región por parte de Estados Unidos y Seúl.
En esa ocasión utilizaron bombarderos estratégicos B-52 y submarinos nucleares, lo que fue considerado como “una provocación imperdonable” por Pyongyang, quien ha comunicado que podría enviar misiles a los dos países y alistó este viernes cohetes para hacerlo.
En los últimos días, Corea del Norte había enviado una notifcación a Seúl para avisarle del corte del “telefóno rojo”, destinado a mantener contactos militares de emergencia, hasta que “abandone su comportamiento hostil”.
Sin embargo, el especialista internacional Max Fisher del Washington Post afirma que Corea del Norte ha realizado la mayor parte de estas acciones en otras ocasiones, incluyendo el corte de la línea telefónica, y en este momento no se sabe lo que tiene en mente Kim Jong.
El columnista resalta que a pesar de esto no “hay que de preocuparse mientras Corea del Norte mantenga abierto el paso al complejo industrial de Kaesong, que comparte con su par del Sur desde 2002 cuando comenzaron a realizar acercamientos para recomponer relaciones y sirve de entrada de divisas a la cerrada economía del país. Según la agencia de noticias Associated Press, este paso sigue abierto y el complejo industrial en funcionamiento”.
Por otro lado, Xavier Boltaina, profesor del centro de investigaciones coreanas de la Universidad Complutense de Madrid, España, resalta que no cree que Corea del Norte pueda atacar Estados Unidos o Corea del Sur, e indicó que en el fondo esto es una pugna entre China (que fue aliado de Pyongyang en la guerra de 1950) y Estados Unidos, que mantiene una fuerte presencia militar en Corea del Sur con 30 mil soldados y bases militares.
Telesur