
Los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reúnen el martes y miércoles en La Habana sin su máximo impulsor, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, en una cumbre que debe enviar una señal a Estados Unidos para que revise su política hacia Cuba, anclada en la Guerra Fría, aseguran analistas.
Este lunes se desarrolla la cita de cancilleres que afina el borrador de la declaración que suscribirán los mandatarios el miércoles, destacó AFP.
Cuba, reintegrada al ámbito latinoamericano mientras Washington le mantiene un embargo comercial desde hace medio siglo, dejará la presidencia rotativa de la Celac, el máximo reconocimiento diplomático regional al régimen comunista de La Habana.
«Vamos construyendo, en la dura realidad, trabajosamente, el ideal de una América Latina y Caribe diversa pero unida», dice el anfitrión de la cumbre, el presidente cubano, Raúl Castro, que entregará el miércoles el timón del bloque a la mandataria costarricense, Laura Chinchilla.
«Nunca antes, desde (la revolución de) 1959 a la fecha, La Habana había recibido un espaldarazo regional público tan claro», declaró el analista Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.
La presencia de los mandatarios «reiterará un mensaje de rechazo hemisférico a la política norteamericana de aislamiento contra Cuba», agregó.
Sin embargo, los analistas descartan que Washington recoja este mensaje.
«La postura de Estados Unidos no va a cambiar solo porque lleguen muchos líderes de América Latina a Cuba», declaró el politólogo Patricio Navia, de la Universidad de Nueva York.
Esta es la cita regional de mayor relevancia que acoge Raúl Castro, quien ha dado ciertos pasos de liberalización económica tras sustituir en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, aunque ha descartado una apertura política.
En el marco de esta II cumbre de la Celac, México relanzará sus relaciones con Cuba, con una visita oficial del presidente Enrique Peña Nieto el miércoles; mientras que Raúl Castro inauguró este lunes su mayor obra de infraestructura, el megapuerto de Mariel (45 km al oeste de La Habana), junto a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, cuyo país construye y financia el proyecto.
Rousseff anunció en la inauguración un crédito de 290 millones de dólares para la segunda etapa de Mariel, que se suma a los 802 millones aportados para la fase inicial.
La Celac es la culminación de un largo proceso de afirmación política de América Latina frente a Estados Unidos y fue lanzada en diciembre de 2011 en Caracas a instancias de Chávez.
Tras la muerte de Chávez, el 5 de marzo en Caracas, algunos vaticinaron un incierto futuro a Celac, pero la presencia en Cuba de los 33 países refleja que el bloque -que excluye a Estados Unidos y a Canadá- sigue caminando.
Sin embargo, Chávez todavía levanta pasiones: una propuesta de declaración para reconocer su aporte a la Celac causó el fin de semana la primera disputa en La Habana, entre Cuba y Panamá, en un plenario previo al cónclave presidencial.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, que preside este lunes la reunión ministerial, dijo que solo falta por consensuar «tres o cuatro» puntos del borrador, que tiene más de 80, pero no precisó cuáles.
Por su parte, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, desistió de asistir para expresar su molestia con el caso del barco norcoreano con armas cubanas capturado en julio en el Canal, violando un embargo de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Ningún presidente hablaría con disidentes
Esta cumbre se realizará en el recinto ferial «Pabexpo», que fue totalmente remodelado, en el oeste de La Habana. La seguridad fue incrementada en la ciudad de manera discreta, aunque no se esperan disturbios.
Ningún mandatario prevé reunirse con disidentes cubanos, a diferencia de lo que hicieron los gobernantes y cancilleres de siete países durante la cumbre Iberoamericana de 1999, causando indignación en la cúpula de la isla.
Opositores denunciaron el domingo decenas de arrestos de Damas de Blanco y el disidente Guillermo Fariñas afirmó estar bajo arresto domiciliario.
Fariñas y la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, pretenden participar el martes en un foro opositor paralelo a la cumbre junto a otros disidentes.
Histórica visita del jefe de la OEA
Ecuador se integrará en esta cita al «cuarteto» de Celac, que quedará conformado además por Costa Rica, Cuba y Trinidad y Tobago. En la siguiente cumbre en Costa Rica, en enero de 2015, Ecuador asumirá la presidencia del bloque.
La cumbre marcará además el retorno de Paraguay, que fue suspendido en 2012 tras la destitución del mandatario Fernando Lugo.
Un tema no resuelto es cómo la Celac convive con la Organización de Estados Americanos (OEA), que por presión de Estados Unidos excluyó a Cuba en 1962 (sanción anulada en 2009).
Cuba no pretende volver a la OEA, pero invitó a la cumbre a su secretario general, José Miguel Insulza, en la que será la primera visita de un jefe del organismo a la isla desde 1959.
Otro invitado especial es el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien rompió este lunes el protocolo en una caminata por La Habana Vieja, donde habló con turistas franceses, se tomó fotos con niños y se cortó el cabello en una de las nuevas peluquerías privadas de Cuba.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, y la mandataria electa Michelle Bachelet, confirmaron su asistencia a la cumbre. Su participación estaba en duda después de que este lunes la Corte de La Haya dictó un histórico fallo que entregó a Perú una porción de territorio marítimo en manos de Chile.
El mandatario peruano, Ollanta Humala, también asistirá a la cumbre y el boliviano, Evo Morales, que mantiene una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Chile, en reclamo de una salida al Océano Pacífico, anunciará su posición oficial sobre este fallo el martes desde La Habana.
Agencias