Cientos de miles de cubanos participaron el miércoles en el tradicional desfile por el Día del Trabajo, que este año tuvo como objetivo rendir tributo al fallecido líder venezolano Hugo Chávez además del habitual apoyo al sistema socialista.
En medio de la multitud congregada en varios lugares del país desde muy temprano, como lo ha hecho sin interrupción por medio siglo, destacaron una vez más las consignas de apoyo a la revolución de 1959 entre banderas cubanas y fotos del líder histórico Fidel Castro.
La diferencia estuvo marcada por las abundantes pancartas con fotografías del venezolano Chávez, considerado amigo y aliado del Gobierno cubano y quien murió en marzo tras sufrir de cáncer que le fue tratado en La Habana.
Mientras avanzaba el desfile, un camión con una pantalla gigante pasaba diversas imágenes del líder socialista, para quien Fidel Castro fue su mentor.
«En el Día Internacional de los Trabajadores rendimos especial homenaje al inolvidable comandante Hugo Chávez Frías y expresamos el más profundo cariño y admiración a ese gigante que entró en la historia como prócer de América», dijo en un breve discurso uno de los miembros del Buró Político, Salvador Valdés Mesa.
Cuba dio su apoyo la pasada semana al nuevo presidente venezolano Nicolás Maduro, quien se comprometió a continuar la alianza estratégica forjada por Chávez en sus 14 años en el poder y anunció para el 2013 unos 2.000 millones de dólares en proyectos conjuntos en educación, salud, deporte y producción de alimentos.
La oposición venezolana, que desconoce el estrecho triunfo de Maduro en las elecciones del 14 de abril y eso mantiene un clima de tensión en la nación petrolera, cuestiona la alianza por considerar que se le regalan vitales recursos petroleros en programas en los que Caracas recibe a cambio el servicio en comunidades pobres de médicos y otros profesionales cubanos.
Apoyo a reformas
El desfile, que en La Habana fue observado desde una tribuna por el presidente cubano Raúl Castro y las autoridades de su gobierno, en los años recientes fue dedicado a mostrar apoyo a las reformas que lleva adelante el hermano de Fidel para salvar el socialismo.
«Estamos aquí por convicción, por revolucionarios, porque nos ha convocado la dirección del Gobierno, del Partido (Comunista) y de la revolución», dijo Guadalupe Díaz, una trabajadora civil de las Fuerzas Armadas que esperó desde la madrugada para desfilar.
«Orgullosos de nuestra obra», «Unidos por un Socialismo próspero y sostenible», se leía en pancartas y cárteles, entre música y bailes.
Además de los empleados públicos, en los desfiles participaron en cada provincia miles de trabajadores por cuenta propia, una fuerza laboral de más de 400.000 que surgió de la aplicación de las reformas económicas impulsadas por Raúl Castro para salvar el sistema socialista vigente hace medio siglo.
También asistieron más de 2.000 invitados extranjeros de 73 países, entre ellos el primer vicepresidente de la Duma Estatal Rusa (Cámara Baja), Iván Melnikov, quien está de visita en la isla.
Entre las reformas en marcha destacan la expansión del sector privado, la reducción gradual de la inflada plantilla estatal y la ampliación del sector cooperativo, mientras se dan pasos para dar mayor autonomía a unas 3.700 empresas estatales a fin de hacerlas más eficientes y competitivas.
Valdés Mesa instó en su breve discurso a enfrentar las «ilegalidades» y la «corrupción» en un momento que catalogó como «estratégico».
«Es un imperativo continuar elevando de manera sostenida los niveles de producción, la productividad del trabajo, la calidad de los servicios, incrementar las exportaciones y la sustitución de exportaciones y el uso más racional de los recursos para alcanzar la eficiencia que el país requiere», enfatizó.
Agencias