El Pentágono confirmó que la noche de este lunes 22 de diciembre se llevó a cabo una nueva incursión de alta precisión contra las rutas del narcotráfico en el Pacífico Oriental. Bajo la doctrina de «ataque cinético letal», fuerzas estadounidenses destruyeron una embarcación de bajo perfil, resultando en la muerte de un presunto operador vinculado a organizaciones terroristas.
Detalles del operativo
El Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom) informó que la acción fue ejecutada por orden directa del presidente Donald Trump y el secretario de Guerra, Pete Hegseth. Según el reporte oficial compartido a través de la plataforma X (acompañado de material audiovisual del impacto), la inteligencia militar rastreó la lancha en aguas internacionales, confirmando su uso para el transporte de sustancias ilícitas por rutas estratégicas.
Resultado: Un fallecido (calificado como «narcoterrorista»).
Bajas militares: Ninguna por parte de las fuerzas de EE. UU.
Objetivo: Una lancha de «bajo perfil» (LVP) diseñada para evadir radares.
Escalada en la ofensiva «Lanza del Sur»
Este ataque no es un hecho aislado, sino parte de una campaña militar sin precedentes iniciada en septiembre de 2025. Con este evento, el balance oficial de la operación asciende a cifras alarmantes en apenas cuatro meses:
Operativos conocidos: 29 ataques de alta intensidad.
Saldo letal: Al menos 105 personas fallecidas en aguas del Pacífico y el Caribe.
Infraestructura destruida: Más de 30 embarcaciones inutilizadas, incluyendo lanchas rápidas y un semisumergible.
Cambio en las reglas de enfrentamiento
El uso de la terminología «ataque cinético letal» subraya un cambio en la política de interceptación: en lugar de los abordajes tradicionales y arrestos, la administración actual parece haber priorizado la neutralización inmediata de objetivos considerados amenazas a la seguridad nacional.
La Casa Blanca ha defendido estas acciones como necesarias para desarticular las finanzas de grupos «narcoterroristas», mientras que el despliegue de la operación «Lanza del Sur» continúa generando un intenso debate internacional sobre el uso de la fuerza militar en aguas internacionales y el cumplimiento de los protocolos de derechos humanos en alta mar.
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