El miedo a la propagación del coronavirus en toda Italia y las medidas restrictivas aprobadas por el Gobierno para contener el brote han provocado motines en una treintena de cárceles de todo el país.
La histeria además ha causado el desplome en la Bolsa de Milán, que ha cerrado con unas caídas de un 11,17 %, y la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo periodo, se ha disparado hasta los 227,8 puntos, frente a los 178 en los que cerró el viernes.
Según los últimos datos de Protección Civil, el coronavirus ha causado ya en Italia 463 muertos y 7.985 personas están actualmente contagiadas.
También fueron suspendidas de forma temporal las visitas a las cárceles por parte de familiares. Esto, sumado al temor a que el virus llegue a las prisiones y se extienda con rapidez, ha motivado que cientos de presos se hayan sublevado en una treintena de cárceles de todo el país.
Seis presos murieron el domingo en Módena; de ellos, tres fallecieron tras saquear la enfermería y los otros tres por causas que aún se deben esclarecer, explicaron a Efe fuentes del sindicato Coordinación Nacional de la Policía Penitenciaria (CNPP).
Según los medios italianos, las primeras hipótesis apuntan a que podrían haber muerto por consumo de estupefacientes durante el desconcierto de las protestas, pero la magistratura aún investiga lo sucedido.
En una cárcel de Foggia, en Apulia (sur), los presos han roto la puerta y han salido a la calle de forma masiva. Las informaciones locales apuntan a que al menos 50 habrían escapado y de ellos 38 habrían sido capturados y devueltos a la prisión, pero fuentes del sindicato de la Policía Penitenciaria han denunciado que 300 estarían huidos y 70 habrían sido capturados.
En la cárcel de San Vittore de Milán, varios reclusos prendieron fuego a unas sábanas mientras gritaban que querían libertad, y en la prisión de Ucciardone de Palermo se produjo un intento de fuga con varios presos que trataron de escalar la verja.
«Los detenidos tienen miedo que en una situación de contagio el sistema esté totalmente incapacitado. Es la sensación de decir: nosotros, que ya nos cuesta a veces conseguir un medicamento, a ver cómo podemos hacer frente a una situación compleja», explicó a Efe el responsable a nivel nacional de los derechos de las personas detenidas o privadas de libertad personal, Mauro Palma.
A partir de mañana martes se distribuirán 100.000 mascarillas en instituciones penitenciarias, donde se han instalado 80 puntos de preselección para la detección del coronavirus.
Solo se podrá salir por estrictos motivos laborales, médicos o urgencias y las autoridades italianas impondrán multas y hasta el arresto a quienes quebranten sin motivo este aislamiento
Via EFE/Diario Republica
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