
Las autoridades brasileñas rescataron recientemente a una mujer negra que vivió en condiciones similares a la esclavitud durante casi 40 años en la casa de un profesor universitario en el estado de Minas Gerais, según informan medios locales.
Según la investigación realizada, Magdalena Gordiano fue entregada por su madre a la familia del hombre cuando apenas tenía 8 años para que la criaran, pero la adopción nunca llegó a ser formalizada. Durante todo este tiempo, la mujer trabajó para la casa sin tener un salario mínimo garantizado ni descanso semanal remunerado mientras vivía en malas condiciones.
La trabajadora dormía en «una habitación de menos de tres metros de largo por dos metros de ancho, mal ventilada y sin ventanas», comentó el inspector a cargo del rescate, Humberto Moteiro Camasmie, tras señalar que los empleadores «le daban comida cuando tenía hambre, pero le quitaron todos los demás derechos».
Entre otros detalles, se conoció que Magdalena fue obligada a casarse con un militar, tío de la esposa del profesor, pero nunca convivió con él. Poco después, el hombre falleció dejando dos pensiones de aproximadamente 8.000 reales mensuales (1.500 dólares), pero la trabajadora nunca recibió ese dinero de parte de la familia de este.
El rescate se produjo el 27 de noviembre en un apartamento de la ciudad de Patos de Minas después de que los vecinos empezaran a recibir notas bajo la puerta escritas en servilletas pidiendo un poco de dinero para comprar productos de higiene personal y a la postre, denunciaran el hecho ante las autoridades por sospechas. Ahora, la fémina se encuentra en un albergue para mujeres víctimas de violencia.
Gordiano trabajó primero para la matriarca de la familia durante más de 20 años y luego para su hijo, el profesor universitario antes descrito, que ha sido suspendido de su cargo ante lo sucedido.
Actualmente, los responsables se encuentran bajo una investigación oficial por someter a una persona a trabajo análogo a la esclavitud y trata de personas, cuya pena puede llegar hasta los 20 años de prisión para los involucrados, o al menos, los autores intelectuales de la privación de vida a esta mujer.
Este es un caso más de esclavitud moderna que se registra en nuestros días, pero con la particularidad de no ser trata de personas, sino más bien, aprovechamiento de la sumisión de una persona, violando su derecho a la libertad y a la vida digna. La Policía de Brasil continúa investigando.
Simón Sánchez
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