La expectativa creada alrededor de los contactos exploratorios para la paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc tiene a todos los sectores exteriorizando opiniones o pidiendo un espacio en las eventuales mesas de negociación.
Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos, quien en últimas tiene las llaves para abrir esa anhelada senda, se apresta a revelar sus primeras cartas, con un nombre que ya circula como el casi fijo supranegociador del Estado: el exministro y exvicepresidente de la República Humberto de la Calle Lombana.
Sus antecedentes como ministro de Gobierno en la era Gaviria, con un papel esencial en las relaciones con la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 o su desempeño en la misma cartera en la era Pastrana, le otorgan una ascendente importante en la tarea de buscar consensos. Es de origen liberal, tiene capacidad para aglutinar y convocar a la clase política y no genera reticencia entre los más acérrimos opositores del eventual proceso de paz. De la Calle se desempeñaría como una especie de jefe del equipo negociador del Gobierno.
Con él estarían inicialmente el asesor presidencial Sergio Jaramillo, el exministro Frank Pearl y el consejero para la Reconciliación, Alejandro Éder. De prosperar las primeras conversaciones, con el curso del tiempo se vincularía el nuevo ministro de Ambiente, Juan Gabriel Uribe, quien ya tuvo un papel similar durante las negociaciones de paz en el gobierno Pastrana. Por su filiación conservadora y sus antecedentes en el tema de la paz, sería otra de las personalidades listas para contribuir a los diálogos con la guerrilla de las Farc.
¿Cuándo comenzarían dichas negociaciones? Durante la posesión de los nuevos miembros de su gabinete Santos reveló ayer algunos detalles. Según él, el proceso “se debe iniciar en unas semanas”. No serían más de cuatro, según le dijeron a este diario fuentes cercanas a la casa de Nariño. Y de una vez, el presidente les recordó a sus entrantes ministros la obligación de acompañar la iniciativa para “buscar la paz de este país”.
Vía El Espectador