
El Gobierno de Reino Unido emitió un comunicado este viernes 8 de enero, en el que reconoce que financia una guerra de Cuarta Generación en contra de Venezuela, asegurando que seguirá impulsando «con prioridad distintos proyectos de cooperación con varias organizaciones independientes del país».
De acuerdo con los reportes del Daily Maverick, la acción se ejecuta mediante el financiamiento «de forma ilegal» por parte del gobierno inglés bajo un proyecto de promoción del «periodismo de investigación» en América Latina, que cubre «furtivamente a Venezuela».
Esta declaración del Estado del Reino confirma la investigación del citado medio que los portales Efecto Cocuyo, Caraota Digital, El Pitazo, entre otros más que se encuentran en el país petrolero, reciben recursos millonarios del Inglaterra para influir en la agenda de medios con el fin de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
Por lo tanto, en las últimas horas se pudo conocer que el gobierno de Gran Bretaña ha utilizado durante mucho tiempo los medios de comunicación para socavar a líderes extranjeros y movimientos políticos que perciben como una amenaza para los intereses comerciales británicos, según el Daily Maverick.
Mientras recibía fondos del Gobierno británico, Efecto Cocuyo, por ejemplo, se asoció con dos organizaciones británicas, Bellingcat y Forensic Architecture, para “pedir más pruebas” sobre el asesinato del ex inspector del CICPC Óscar Pérez a manos de la policía estadal venezolana. Pérez, un funcionario policial, utilizó un helicóptero de la policía el 27 de junio de 2017 para atacar varios edificios gubernamentales en el centro de Caracas en un año envuelto de protestas contra el gobierno de Maduro.
En julio de 2019, la editora de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes, habló en el evento “Global Conference for Media Freedom” del Gobierno de Reino Unido en Londres. El entonces secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, al dirigirse a la conferencia, aseveró que Reyes “ha desafiado al régimen de Maduro al cofundar un sitio web de noticias independiente, Efecto Cocuyo”, sin mencionar los enlaces del sitio web con el Gobierno británico.
Por consiguiente, la literatura del programa señala que los solicitantes seleccionados deben demostrar “una capacidad para vincularse y, en última instancia, influir en las agendas de los medios de comunicación locales y nacionales”.
Pero se les advierte que «el gobierno británico – y su dotación de recursos del proyecto – no debe ser referido expresamente o vinculado a los resultados individuales del proyecto (es decir, artículos individuales, eventos, etc.)».
Este nuevo hallazgo podría engrosar la lista de intromisiones de gobiernos extranjeros en la política interna de Venezuela y formar parte del expediente de denuncias sobre los medios de comunicación que han recibido financiamiento en las últimas dos décadas con el fin de generar las operaciones de conspiración y desinformación.
Simón Sánchez
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