La cantidad de fallecidos como resultado de una revuelta en una prisión en Bolivia el viernes aumentó a 31.
Decenas de presos quedaron gravemente heridos cuando estalló la reyerta entre pandillas rivales dentro del penal.
En su mayoría, las víctimas fueron quemadas vivas después de que los reclusos hicieron explotar dos garrafas de gas licuado de petróleo y usaron otras como lanzallamas.
Entre los muertos figura un bebé de 18 meses, uno de los muchos niños que viven en el presidio con sus padres.
Vía BBC