El exfuncionario de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Thomas Drake aseguró que EE.UU sabía que ocurriría el ataque del 11 de septiembre del 2001, pero no quisieron prevenirlo porque “querían restablecer la autoridad del Presidente”.
«El contraterrorismo nunca fue una prioridad para la NSA. El departamento que se encargaba de esta cuestión lo formaban solo 20 personas y era una oficina poco importante», asegura Drake.
«Ellos sabían mucho mejor que nadie que algo grande iba a suceder. No sabían ni el día ni la hora exacta. En la NSA lo sabemos todo sobre todos los vuelos de prueba. Lo sabíamos ya desde que entrevistamos a James Woods, que, en uno de los muchos vuelos que tomó desde el Este a la costa Oeste, notó a ciertas personas de Medio Oriente que se encontraban en esos aviones. Estaba claro que habían pasado mucho tiempo haciendo observaciones, poniendo a prueba la seguridad de nuestro sistema y nuestras aerolíneas en particular«, añade Drake.
Entre otras cosas, Thomas Drake revela también que la NSA tenía intereses económicos en las consecuencias provocadas por la tragedia del 11-S. En su entrevista hace referencia a la opinión de Maureen Baginski, que fue el tercer más alto funcionario de la NSA.
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