
La tensión aumenta en Medio Oriente al mismo tiempo que el saldo de muertos que deja la cada vez más intensa ofensiva israelí contra objetivos de Hamas en la Franja de Gaza. En el segundo día de la operación Protective Edge (Barrera Protectora), la cantidad de palestinos que perdieron la vida alcanzados por cohetes superó los 40, mientras que el movimiento islamista palestino continúa disparando misiles contra Tel Aviv.
Desde el comienzo, el lunes a medianoche, de la operación israelí, la aviación ha bombardeado 430 objetivos en Gaza. Hamas ha replicado disparando 117 cohetes, llegando algunos de ellos a Jerusalén y a Tel Aviv e incluso a Hadera, a 116 km al norte de esta ciudad.
Las operaciones israelíes dejaron de momento 41 palestinos muertos, entre ellos activistas de Hamas pero también mujeres y niños, y más de 230 han resultado heridos. Del lado israelí no ha habido muertos ni heridos.
En Beit Hanun, en el norte de Gaza, los habitantes andaban al amanecer entre los cascotes de una casa destrozada por un misil que acabó con la vida de un mando del movimiento radical palestino Yihad Islámica y de cinco de su familiares.
«Aquí llega un F-16, mata a niños y civiles y el mundo entero se queda sentado mirando», dijo un vecino, Yaser Abu Awda, que también perdió su casa en el ataque.
De momento ninguna de las dos partes da señales de contención. Israel, de hecho, se prepara para una campaña terrestre, y ayer autorizó la movilización de 40.000 reservistas.
«ESTAMOS PREPARADOS»
El gobierno israelí continúa abierto a la posibilidad de invadir por tierra la Franja de Gaza, como repitió hoy el ministro del Interior, Gideon Saar, a la radio militar.
«Estamos listos para cualquier posibilidad, incluyendo una operación terrestre si hace falta, aunque no será ese el primer paso. En cualquier caso estamos preparados para ello, y por eso hemos ordenado la movilización de 40.000 reservistas», explicó Saar.
Gaza, entre la destrucción y la desesperanza. Foto: AFP
El ejército dijo haber atacado más de 160 objetivos en Gaza el miércoles por la mañana, incluyendo 118 puntos de lanzamiento de cohetes, seis complejos de Hamas -incluyendo de la policía naval y seguridad nacional- 10 centro de mando milicianos, instalaciones de almacenaje de armas y 10 túneles empleados para actividad miliciana y para transportar suministros desde Egipto. La frontera entre Gaza y Egipto lleva meses cerrada en la práctica.
Los ataques aéreos del miércoles mataron a un miliciano en el sur de Gaza, indicó el trabajador de sanidad en Gaza Ashraf Al-Kedra, así como a una mujer de 80 años, al hijo, esposa y vecino de un miliciano de Hamas y a otras tres personas de las que no se conocían más detalles.
El ejército israelí dijo haber atacado a un miliciano del grupo armado Yihad Islámica, que ha lanzado cohetes hacia Israel. Por su parte, Yihad Islámica afirmó que uno de sus miembros había muerto junto con su madre y cuatro hermanos, pero Al-Kedra dijo que eran todos civiles.
CONTRA TEL AVIV
A pesar de esta lluvia de bombas sobre Gaza, continuaron los disparos de cohetes contra territorio israelí.
Las sirenas provocaron un momento de pánico entre los habitantes y algunos de ellos se guarecieron detrás de los coches o en las paradas de autobús.
Otros tres proyectiles cayeron esta mañana en el sur de Israel. Según la policía, un centro comercial de Ashdod, cerca de Gaza, sufrió daños.
Ayer, Hamas ya había reivindicado disparos de cohetes contra Tel Aviv y también contra Jerusalén, donde resonaron las sirenas y cayeron tres proyectiles.
La nueva espiral de violencia, la más grave desde noviembre de 2012, tiene su origen en el secuestro el 12 de junio de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados unos días después. El gobierno israelí acusó a Hamas y lanzó una campaña de detenciones contra el movimiento, que en represalia empezó a disparar cohetes desde su feudo de Gaza. En venganza, un adolescente palestino fue raptado y quemado vivo en Jerusalén presuntamente por fundamentalistas judíos.
CONDENA INTERNACIONAL
La escalada ha sido condenada por Estados Unidos y la Unión Europea, y la Liga Árabe ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, pidió desde Cisjordania que la comunidad internacional y Naciones Unidas «ofrezcan protección internacional a nuestro pueblo». En una comparecencia por televisión el martes por la noche, añadió que los líderes de Hamas en Gaza quieren restaurar la calma.
«En los últimos días he estado en contacto con las partes regionales e internacionales, en especial líderes de Hamas en Gaza, y todo el mundo con el que he hablado ha expresado su disposición a restaurar la tregua y detener la escalada», dijo Abbas, describiendo la operación de Gaza en Israel como una «agresión orquestada y brutal».
Este miércoles, Jordania, el único país árabe junto con Egipto que ha firmado un tratado de paz con Israel, pidió el cese inmediato de la «agresión bárbara» en Gaza. Irán pidió por su lado a Occidente que impida una «catástrofe humana» en la franja.
Vía UN/www.diariorepublica.com