En la mañana de este viernes fue izada la bandera de Estados Unidos en Cuba, luego de 54 años de pleito entre ambas naciones, lo que marca un momento histórico no solo en las relaciones de ambos países; sino en la geopolítica del continente y otra página más en la guerra Fría entre estos dos modelos políticos, que están cada vez más cerca.
Durante el acto de apertura de la embajada estadounidense en la Habana, el secretario de Estado de Estados Unidos, Jhon Kerry, expresó que “esto no significa que olvidaremos el pasado, significa que no somos presos del pasado”.
En su intervención manifestó que si bien esta acción acercará a las dos naciones, no significa que EEUU dejará de evaluar y estar atento a la dictadura cubana, especialmente en materia de derechos humanos y políticos, por lo que instó al Gobierno de los Castro a caminar hacia un sendero de mayor libertades y oportunidades para sus habitantes.
«El futuro de Cuba lo tienen los cubanos en sus manos, pero deben saber que EEUU será defensor de la democracia y de las reformas. EEUU seguirá siendo un vigilante y un defensor de los DDHH en Cuba”, insistió Kerry.
Igualmente, apuntó que el presidente de Barack Obama Kerry tiene toda la disposición de levantar el embargo comercial a la isla, no obstante recordó que es una decisión exclusiva del Congreso estadounidense.
En sus palabras no dejó de agradecer tanto al papa Francisco como a otros lideres que acercaron a EEUU y Cuba para restablecer sus relaciones.
“Este es el momento de acercarnos dos pueblos ya no enemigos, ni rivales, sino vecinos. Es el momento de desplegar nuestras banderas, enarbolarlas, y hacerle saber al resto del mundo que nos deseamos lo mejor los unos a los otros”.
Kerry llegó a las 9.00 hora local a bordo de un avión del Departamento de Estado de EE.UU. en el que se leía en uno de los costados “United States of America”.