
Un tenso juego del «gato y el ratón» se desarrolla en aguas internacionales cercanas a las costas de Venezuela. Según informes de The Wall Street Journal, el buque petrolero Bella 1, vinculado a redes de financiamiento de organizaciones calificadas como terroristas por Washington, lleva más de cinco días realizando maniobras evasivas para evitar ser interceptado por la Guardia Costera estadounidense.
Una persecución de alta mar
A pesar de la presencia de las autoridades, el Bella 1 —un navío de dimensiones significativamente mayores a las patrulleras de la Guardia Costera— ha ignorado las órdenes de detención. Durante el pasado fin de semana, el buque cambió de rumbo de forma errática y bloqueó los intentos de abordaje, tras confirmarse la incautación de otros cargueros que formaban parte de la misma operación logística.
Ante la resistencia, el Pentágono ha autorizado un despliegue de mayor envergadura que incluye:
Equipos de Respuesta Especial Marítima (MSRT): Unidades de élite entrenadas para el asalto de embarcaciones hostiles.
Apoyo aéreo: Uso de helicópteros para tácticas de «fast-rope» (descenso por cuerda rápida) para tomar el control del puente de mando.
Traslado forzoso: Una vez asegurada, la nave será escoltada a puertos estadounidenses para el decomiso total de su carga.
El golpe a la «flota fantasma»
El Bella 1 es identificado como una pieza clave de la denominada «flota fantasma», una red de embarcaciones de propiedad opaca que moviliza crudo sancionado de Irán, Rusia y Venezuela. El Departamento de Justicia sostiene que este buque en particular transporta petróleo iraní destinado a financiar a grupos como Hezbolá, los hutíes y la Fuerza Quds.
Para operar fuera del radar internacional, estos buques suelen recurrir a:
Desactivación de sistemas de rastreo satelital (transpondedores).
Transferencias de carga de barco a barco en alta mar.
Uso de banderas de conveniencia o falsas para ocultar su origen.
Precedentes y base legal
La Casa Blanca asegura que la operación se fundamenta en una orden judicial que avala la incautación en aguas internacionales. Esta estrategia ya ha dado frutos recientes con la captura del petrolero Centuries, que trasladaba dos millones de barriles de crudo venezolano hacia Texas.
Aunque el enfrentamiento con el Bella 1 eleva la tensión en la región y el riesgo de represalias diplomáticas por parte de Teherán o Caracas, el gobierno de EE. UU. ha ratificado su determinación de utilizar todos los recursos militares necesarios para cerrar esta ruta de financiamiento ilegal.
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