Le entregan el Premio Nobel en Fisiología o Medicina a tres virólogos que descubrieron el virus de la Hepatitis C
Retrato en infografía animada de los virólogos descubridores.
Este lunes 5 de octubre en Estocolmo (Suecia) ha arrancado la semana de los Premios Nobel y, siguiendo la tradición acostumbrada, el primero ha sido otorgado en el área de Fisiología o Medicina.
Los tres galardonados son Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice, que han sido elegidos por el Comité Nobel «por el descubrimiento del virus de la hepatitis C». Alter y Rice son virólogos estadounidenses, mientras que Houghton es un microbiólogo y virólogo inglés.
Los científicos son honrados por su «contribución decisiva» a la lucha contra la hepatitis, «un importante problema de salud global que causa cirrosis y cáncer de hígado» en todo el mundo, así lo manifestó el jurado del premio. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que el año pasado 70 millones de personas se infectaron por esta enfermedad, que causa unas 400.000 muertes al año.
«Antes de su trabajo, el descubrimiento de los virus de la hepatitis A y B habían sido pasos críticos hacia adelante», indicó la Asamblea del Nobel en un comunicado. «El descubrimiento del virus de la hepatitis C reveló la causa de los casos restantes de hepatitis crónica y posibilitó análisis de sangre y nuevos medicamentos que han salvado millones de vidas», agregó.
A finales de los años setenta, Harvey Alter identificó una misteriosa infección por hepatitis que no correspondía ni a hepatitis A ni a hepatitis B. Años más tarde, en 1989, Michael Houghton y su equipo descubrieron la secuencia genética del virus. Luego, Charles Rice analizó durante años la forma en que se replicaba el virus, lo que facilitó el descubrimiento de un nuevo tratamiento contra la enfermedad.
Su trabajo «es un logro histórico en nuestra lucha continua contra las infecciones virales», señaló Gunilla Karlsson Hedestam, integrante de la Asamblea Nobel que otorgó el premio, el primero directamente vinculado a un virus desde 2008. Desde 1946 se han otorgado 17 premios Nobel a investigadores sobre este padecimiento.
El año pasado, el premio Nobel de Medicina fue otorgado a los estadounidenses William Kaelin y Gregg Semenza y al británico Peter Ratcliffe por su trabajo sobre la adaptación de las células a los diferentes niveles de oxígeno en los organismos, un legado que potenció el tratamiento contra el cáncer y la anemia, enfermedades muy ocurrentes en este lapso de tiempo.
Este año, sin embargo, la ceremonia de entrega física en Estocolmo se ha cancelado a causa de la pandemia de coronavirus. Por ello, los ganadores deberán recibir el premio, dotado con diez millones de coronas suecas (que son unos 1,1 millones de dólares), en su países de residencia.
Simón Sánchez
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