En dos días fueron secuestrados más de 300 civiles en el noroeste de Siria, entre los retenidos se encuentran mujeres y niños, los raptos son de carácter confesional sin precedentes desde que comenzó el conflicto hace casi dos años, informó este sábado una ONG y habitantes de la región.
Los secuestros, que implican por primera vez a gran cantidad de mujeres y niños, comenzaron el jueves. Más de 40 civiles de los pueblos chiitas de Al Fua y Kafraya, en la región de Idleb, fueron raptados por un grupo un grupo armado, y luego más de 70 personas oriundas de pueblos sunitas fueron a su vez secuestrados en represalia por grupos a favor del régimen.
Más tarde, decenas de sunitas fueron secuestrados en otras localidades de la región por grupos a favor del régimen, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
«En dos días, la cantidad de personas secuestradas aumentó para superar las 300», afirmó Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH con sede en Gran Bretaña.
La mayoría de los rebeldes que combaten el régimen son sunitas, mientras que el clan del presidente Bashar al Asad es alauita, una rama del chiismo.
Un habitante de la localidad de Al Fua dio cuenta del secuestro de centenares de sunitas luego del de unos 40 chiitas y precisó que las mujeres y niños sunitas fueron luego liberados. Según él, los raptos son frecuentes en la región y las víctimas son a menudo liberadas luego de un intercambio.
Al mismo tiempo, los combates entre los rebeldes y las tropas del régimen continuaban este sábado alrededor de varios aeropuertos, principalmente militares, en la región de Alepo (noroeste), según el OSDH.
Al este de Alepo, la segunda ciudad más importante del país, estallaron enfrentamientos hacia el mediodía en los alrededores del aeropuerto militar de Kueires, en donde se registraron intensos bombardeos y ataques aéreos de las tropas leales al régimen, precisó el OSDH.
Asimismo se registraban enfrentamientos en los alrededores del aeropuerto internacional de Alepo y del aeropuerto militar de Al Nairab, según la ONG.
El 12 de febrero los rebeldes lanzaron «la batalla de los aeropuertos» en la región de Alepo para neutralizar el poder de fuego aéreo del régimen.
Los rebeldes lograron controlar el aeropuerto militar de Jarrah, la base aérea de Hasel y la base 80, utilizada para garantizar la seguridad de los aeropuertos civiles de Alepo y de Nairab, al este de la ciudad. El aeropuerto de Mingh, al norte de la ciudad, también es atacado por los rebeldes.
Agencias