
La Bolsa de valores de Wall Street sufrió hoy una jornada de fuertes pérdidas tras el anuncio del Gobierno de Estados Unidos de imponer nuevos aranceles a China por su postura comercial «hostil», en respuesta a lo que calificó como intentos de Pekín de «imponer controles de exportación» sobre las tierras raras.
Así, las empresas tecnológicas que mantienen relaciones con el gigante asiático fueron las más castigadas, con retrocesos de más del 3 % para Nvidia, del 6 % para AMD y de más del 4 % para Tesla.
Empresas chinas en Estados Unidos también resultan afectadas
Las compañías chinas que cotizan en Estados Unidos como Alibaba, Baidu o JD.com se desplomaron este viernes, con caídas de casi el 8 % en el caso de las dos primeras. «No es de extrañar que las acciones relacionadas con la tecnología hayan sido las que más han bajado hoy, ya que tienen una exposición significativa a China», declaró Art Hogan, estratega jefe de mercado de B. Riley Wealth, a la cadena CNBC.
Otros analistas apuntan a que los inversores mantendrán la cautela hasta que quede más claro cómo evoluciona la disputa comercial entre las dos potencias.
A la tensión comercial se suma la incertidumbre generada por el cierre del Gobierno federal estadounidense, que contribuyó igualmente al sentimiento bajista al cierre de la semana. Ante esta tesitura, muchos inversores están apostando por activos alternativos como el oro y el bitcóin, también ante la expectativa de que el dólar estadounidense continúe debilitándose y pueda perder su dominio.
Metales preciosos en máximos históricos
Esta semana, el oro superó por primera vez los 4.000 dólares por onza y se encamina a cerrar su mejor ejercicio desde 1979; la plata alcanzó un récord de 51 dólares la onza, su mayor hito desde 1980; y el platino llegó a 1.620 dólares la onza, su mayor nivel en 13 años.
El ascenso en el precio de estos metales preciosos, señalan los expertos, se ha visto impulsado por las compras masivas de los bancos centrales, la debilidad del dólar y la situación de incertidumbre política y geopolítica, factores que se retroalimentan.
¿Será el inicio de una crisis global?
La guerra arancelaria, lejos de proteger la economía estadounidense, está generando un efecto bumerán que golpea a sus propias empresas, debilita su moneda y pone en riesgo el equilibrio financiero mundial. El mundo observa con preocupación cómo una decisión unilateral podría desencadenar una nueva era de confrontación económica.
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