El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence calificó como «débiles» e «ineficientes» las leyes migratorias de su país, durante una visita a Caléxico, en la frontera con México y a unas dos horas de donde 150 centroamericanos esperan para pedir asilo.
Lea también: Al menos 23 civiles muertos en bombardeos en noreste de Siria
«Me paro frente a ustedes cuando la mayor atención de la nación está enfocada en esta llamada caravana«, dijo Pence a un grupo de patrulleros fronterizos, los cuales se sitúan a 200 km al este del cruce entre San Diego y Tijuana, donde los migrantes aguardan en un improvisado campamento.
«Como dijo el presidente el sábado en la noche, esta situación es el resultado directo de nuestras débiles leyes de inmigración y nuestras porosas fronteras», agregó.
150 centroamericanos llegaron recientemente a la frontera y en su mayoría formaban parte de la caravana migratoria, que partió con unas 1.000 personas a finales de marzo desde el sur de México.
Pence los describió como «víctimas» de activistas, contrabandistas y de la prensa estadounidense, y exhortó al Congreso a cerrar los «peligrosos vacíos legales» que permite a las personas pedir asilo en Estados Unidos en vez del primer país al que llegan a salvo.
La cobertura mediática de la caravana desencadenó cantidades de mensajes emitidos por el presidente estadounidense Donald Trump mediante su cuenta en la red social Twitter, en donde ordenó la movilización de efectivos de la Guardia Nacional (militares de reserva) para resguardar la frontera y exigió a México detener a los migrantes.
«No tenemos fronteras, no tenemos país. Y he visto durante semanas como avanzaba esa caravana», dijo Trump en la Casa Blanca. «Las leyes mexicanas de inmigración son muy duras, extremadamente duras».
Agencias