«Cuando dispararon a Trayvon Martin dije que podría haber sido mi hijo. Otra forma de decirlo es que yo podría haber sido Trayvon Martin hace 35 años».
Con esta contundente frase, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se refirió este viernes al caso del adolescente negro que murió por un disparo propinado por el vigilante voluntario George Zimmerman, quien esta semana fue declarado inocente de esa muerte.
En una extraña comparencia -generalmente es su portavoz quien da las declaraciones diarias a la prensa- Obama habló del caso que reabrió las heridas de la discriminación racial y el eterno debate sobre la posesión de armas.
«Hay muy pocos afroamericanos que no hayan tenido la experiencia de ser perseguidos en una tienda, y eso me incluye a mí. (…) Caminar por una calle y escuchar cómo se iban cerrando las puertas de los autos. Eso me pasó antes de ser senador. Hay pocos afroamericanos que no hayan tenido la experiencia de subirse a un ascensor y ver a una mujer apretar su bolso de forma nerviosa manteniendo la respiración hasta que puede salir», dijo el presidente.
Obama también aprovechó su intervención para plantear una revisión de las leyes estatales sobre defensa propia conocidas como «Stand Your Ground».
Además anunció una serie de medidas contra la discriminación racial, como que las autoridades federales ayuden a educar a las policías locales en el tratamiento de las relaciones entre personas de diferentes razas.
Vía BBCMundo